Neymar está a punto de cerrar su traspaso hacia la liga de Arabia Saudí. Con 31 años el jugador carioca pone punto y final a su carrera en europa donde ha dejado más sombras que luces y donde deja una sensación de desperdicio de talento e incluso aroma a fracaso de carrera. Ha sido un jugador descomunal, de los que merece la pena pagar una entrada para ver, lo tenía todo, velocidad, regate, disparo. Peor lo que no ha tenido ha sido un entorno adecuado ni una ética de trabajo para ser jugador diferencial. Se queda como buen jugador cuando podría haber dominado durante unos años de habérselo propuesto. Sus escándalos extradeportivos, sus constantes lesiones, muchas de ellas evitables con un estilo de vida más profesional (y siempre coincidentes con el cumpleaños de su hermana en los que viajaba a Brasil), han dejado ese poso de estancamiento, y de casi fracaso por los pocos logros conseguidos en solitario.
Los éxitos cosechados por Neymar en europa son todos de su época en el Barcelona, donde era el «ayudante» junto a Suárez de Messi. Allí consiguió la única champions de su carrera y poco a poco iba ganando más peso como líder, hasta que le aconsejaron mal y decidió marcharse a París para ser primera espada de un equipo sin historia, en una liga sin emoción, y con un proyecto deportivo basado en dispendios económicos y no en una estrategia deportiva. Nada más llegar y verano tras verano se arrepintió de una decisión que le llenó la cuenta bancaria, pero que lo alejó de los focos deportivos. Allí además se le consintió todo, convirtiéndose en una situación insostenible en mas de una ocasión. Y así le pasó por la derecha un joven Mbappé que se acabó convirtiendo en la estrella y referente del equipo, dejando a Neymar en un segundo plano de nuevo y sin conquistar nada relevante para la carrera de ambos.
Ahora con 31 años, edad en la que la mayoría de grandes jugadores siguen a un nivel alto (véase los casos de Griezmann, Lewandowski o Kroos por poner solo unos ejemplos) él se retira prácticamente del fútbol, para seguir llenando sus bolsillos tras ver como ni con la llegada de Luis Enrique se iba a impedir que nos e contara con él para el proyecto del PSG de este año. El Barcelona descartó su regreso pro su conducta y sus posibles malas influencias en el vestuario y como mal ejemplo para sus jóvenes, que no quieren que bajo ningún concepto adquieran ningún hábito de los de un Neymar que habrá hecho mucho dinero, pero no será recordado como un grande, objetivo principal cuando empiezas en el fútbol.