Como cada verano el BVB Dortmund ha tenido que afrontar la marcha de jugadores claves que fichó cuando eran desconocidos y que finalmente vende como estrellas. Este verano ha sido el turno de Hummels (Bayern), Gündoghan (City) y Mkhitaryan (United), y ha respondido con la vuelta de Göetze, y varios jóvenes promesas de futuro de las que ninguna supera los 25 de años de edad. El nombre que más resalta y que va a dar mucho que hablar este año es el de Dembelé, el jugador francés que fue pretendido por el Barcelona es una de las mejores promesas junto con Comman y Martial del fútbol francés, el que le haya seguido un poco esta temporada habrá comprobado que además el juego eléctrico y ofensivo del Dortmund le va como anillo al dedo y junto con Reus y Göetze pueden hacer verdaderos destrozos en las defensas rivales.
Parece sorprendente que se haya llevado a esta perla de tan sólo 19 años por sólo 15 millones de euros, dejando claro que el Borussia hace las cosas muy bien en el apartado de altas y bajas de jugadores. Tras la marcha de Lewandowski y Klopp parecía que el proyecto Dortmund iba a ir desapareciendo paulatinamente, pero la opción de Tüchel más estas incorporaciones y la irrupción de Weigl (uno de los medios con mayor progresión de Europa y al que ya siguen Madrid y Bayern) han vuelto a dar esperanzas a los del Signal Iduna Park, que se ven con posibilidades de hacer algo grande de nuevo a corto plazo. Me alegro por uno de los clubes que mejor fútbol hacen y que mejor gestión realiza, y que cada año suerte a Europa de nuevas joyas que nadie conocía antes.