Antonio Conte es uno de los mejores entrenadores que hay en la actualidad, los datos lo avalan y los éxitos con sus equipo son irrefutables. Fue el entrenador que devolvió a la Juventus a la grandeza tras el paso por segunda división y la pérdida de nivel respecto al resto de competidores en la serie A. Luego triunfó con la selección italiana, haciendo un gran papel en la Eurocopa última donde sólo fue eliminada por Alemania en los penaltis pero se había convertido en favorita tras eliminar a España en octavos.
Y con este cartel Abramovich confió el proyecto blue en él, para devolver al Chelsea a lo alto de la Premier tras coquetear con el descenso y pasar un año de auténtica penuria en la Premier en el último año de Mourinho al frente del equipo. Y pese a un comienzo difícil, sonadas derrotas ante Liverpool y sobre todo el 3-0 ante el Arsenal, que trajo consigo el cambio a defensa de cinco que tan buen rendimiento le dio al equipo, fue capaz de igualar el record de victorias seguidas de un equipo en la Premier League con 12, además de ser un líder sólido durante todo el año.
Lo que no se entiende son sus últimos movimientos en el mercado. Sus problemas con Diego Costa, al que ha apartado sin problemas del equipo y lo ha sustituido por un delantero de características totalmente distintas como Morata no tiene pinta de salirle bien además de haber pagado un precio desorbitado por un jugador que no ha demostrado valer tanto, y dejar marchar a Matic a un rival directo como el United, con la buena temporada que había hecho el serbio por el fichaje de Bakayoko el Mónaco supone un riesgo demasiado grande y le deja sin calidad ni profundidad de banquillo en una temporada que recordemos no podrá contar con Hazard los primeros meses de competición por una fuerte lesión en el tobillo.