Desde la llegada de Roman Abramovich a la presidencia del Chelsea el conjunto blue se instauró rápidamente en la élite del fútbol europeo, de la mano del ruso el club ha conquistado 5 Premier League y 2 Copas de Europa además de Copas nacionales. El equipo siempre ha competido económicamente por los mejores fichajes y ha contado en sus filas con grandes estrellas en todas las posiciones. Pero donde quizá ha tenido los mayores problemas ha sido en la posición de 9, y más si el delantero iba unido a ese icónico dorsal que desde los inicios llevó siempre el goleador del equipo. Ni Fernando Torees (en su momento el fichaje más caro del club), ni Lukaku (hasta en tres ocasiones lo han intentado con el belga), ni Morata por el que recordemos pagaron 80 millones al Real Madrid, Falcao (aunque ya mermado tras su lesión de rodilla tampoco cumplió expectativas), ni con el canterano Abraham hubo manera de asentarse como goleador fijo del equipo. Tampoco no llevar el 9 es sinónimo de éxito, sino que se lo digan a Sevchenko (junto con Torres quizás el fichaje más decepcionante del cuadro blue) o ahora Timo Werner.
El único killer que de verdad marcó una época y respondió a la responsabilidad depositada en él fue el gran Didier Drogba. Curiosamente el marfileño llevó el dorsal 11 en el cuadro blue ya que al llegar el dorsal maldito lo llevaba el lateral holandés Bouhlarouz, una señal quizás para que el elefante pudiera triunfar. Muchos acompañantes además han naufragado a su lado, Kalou, otro marfileño no pudo nunca acercarse al nivel de Didi, Anelka fue quizás con el que mejor dupla formó, pero el francés siempre a la sombra del africano. Ahora con Tüchel la historia continúa, fue capaz de ganar la Champions League del año pasado sin un 9 puro, y parece que la posición de falso 9 de Havertz se va a mantener ya que está rindiendo muy bien, pero los rumores de la llegada de un 9 de garantías a Londres se suceden, con Cristiano Ronaldo como nombre principal (y con el dorsal 9 libre), quizás si alguien puede romper esa maldición sea el mejor goleador de la historia. Cristiano llegaría además a un equipo que es un verdadero bloque y con mucha recuperación en campo contrario (junto con el City y Liverpool los que más consiguen) con lo que su número de ocasiones aumentaría y el de Madeira ha demostrado sobradamente que no necesita mucha ocasión para sumar diana. Habrá que ver cómo se desarrolla el verano para confirmar si el nuevo dueño del equipo Todd Boehly trae alguna estrella bajo la manga para conformar un equipazo definitivo y romper la maldición del 9 de Abramovich.