Esta semana se han confirmado las dos player options de la NBA más esperadas. Tanto Kyrie Irving como Russel Westbrook han ampliado por un año contrato con sus respectivas franquicias (Nets y Lakers) por el máximo posible(sólo Stephen Curry cobrará más que Westbrook la temporada que viene). Y digo esperadas por motivos diferentes, el cisma que podía provocar la no renovación del conflictivo base de origen australiano con los Nets llevó a las especulaciones de que Durant solicitaría el traspaso en caso de su no extensión de contrato. El proyecto de los Nets, que ya va a comenzar su cuarto año no ha dado los réditos esperados, el big three formado el año pasado con Harden fue un absoluto desastre, su química con Irving fue nula, y llevó al cambio con Philadelphia por el que los neoyorquinos obtuvieron a un Ben Simmons que todavía no ha podido debutar con la franquicia debido a sus problemas de espalda. Pero esta ampliación de Irving deja la posibilidad de un último asalto a un anillo del que han estado muy muy lejos cada año por un motivo u otro.
La de Westbrook era más esperada que la del imprevisible Irving, debido a que el base californiano no iba a cobrar esa cantidad ya en ningún nuevo contrato que consiguiera en caso de salir a la agencia libre, y más tras su desastrosa campaña, tanto individual como colectiva con unos Lakers que fueron el gran fracaso de la temporada. Ahora habrá que ver si el equipo de Jeannie Buss consigue un trade para mover un jugador y una ficha que será una losa tremenda. Solo algún equipo que quiera liberar masa salarial de cara a la temporada que viene podría estar interesada en la contratación del base que por su parte no tiene mucha intención de moverse. Un traspaso del 0 podría devolver a los Lakers a la vitola de favoritos y dar un vuelco de nuevo a la estructura de la NBA, y todo sabiendo que el verano que viene LeBron será agente libre de nuevo.