La carrera de Dwight Howard pende de un hilo después deque los Houston Rockets se hartaran del polémico pívot. Su bajo rendimiento unido a los pobres resultados del equipo ha provocado que la franquicia opte por ponerlo en el mercado.
Howard nunca cumplió las expectativas puestas por la franquicia en él, se suponía que iba a ser ese pívot dominante que hiciera que los tejanos lucharan por el campeonato, pero Harden le pasó como un avión para ser el centro del proyecto. Nunca supo adaptarse y tras su marcha de los Magic sólo se ha visto una versión pobre del center, muy alejado del nivel al que nos tenía acostumbrados.
El caso de Howard es el clásico caso de un jugador superdotado físicamente pero que no ha sabido evolucionar en sus fundamentos, claves para poder triunfar cuando el físico comienza a fallar. Sus porcentajes de tiro fuera de la pintura son pésimo en todos sus años, y el hack a Howard es un clásico visto su efectividad desde los libres. El salto que dio desde el instituto a la NBA hizo que no fuese formado por la universidad, y una vez en la liga se dedicó sólo al gimnasio.
No queda ni rastro de aquel dominante pívot que llevó a los Magic a se segunda final de la historia, de ese jugador que dominaba los aros desde la defensa y que prefirió ganar dinero con traspasos a lo largo de su carrera que el formarse y ser una super estrella de la liga.