En el verano de 1993 Michael Jordan era considerado ya el mejor jugador del mundo de baloncesto, acababa de llevar a sus Bulls a ganar el threpeat (tres títulos consecutivos), y su dominio de la liga era apabullante. Pero ese verano decidió dejar el baloncesto alegando que ya se había cansado de competir unido a la siempre misteriosa muerte de su padre a manos de dos niñatos. Pero esa es la versión «oficial», ya que existen dos versiones claramente distintas, que nunca se han confirmado, pero que darían más sentido a una repentina e inexplicable retirada.
La primera teoría se trataría de una sanción por parte del comisionado de la NBA, David Stern, por los contínuos escándalos de juego de Jordan, que llegaba a apostar en casinos hasta altas horas de la mañana en días previos a los partidos. Las cifras que manejaban de pérdidas eran irreales para cualquier ciudadano, auqnue el padre de Michael siempre las justificó alegando que su hijo podía permitirse esos números, su ludopatía llegó a límites insospechados. Richard Esquinas, un compañero de Michael en partidas amistosas de golf comentó también que el afán competitivo de Jordan le llevaba a apostar 1000€ por hoyo en sus partidas amistosas. Esta teoría nunca se ha llegado a confirmar por ninguna de las dos partes y se basa en que ambas partes llegaron a un acuerdo discreto para el abandono temporal del jugador a la competición.
La otra, referida a la muerte de su padre, habla de esos problemas con las apuestas, y que el 23 los llevó tan lejos que unos mafiosos se encargaron de la muerte de su padre. Este hecho tampoco se demostró nunca, se detuvo a dos adolescentes y se les acusó de la muerte del padre del hombre más famoso del planeta tierra, pero esta historia no parece sostenerse 100%. Esta situación y a donde llegó su adicción pudieron hacer plantearse a Air un cambio en su vida y apartarse del foco mediático que suponía el baloncesto en ese momento.
Ninguna de estas historias son confirmadas, quizás son sólo coincidencias que algunos aprovechados utilizan para hacerse famosos a través del mejor jugador de baloncesto de la historia pero lo que si que es cierto es que la historia de Michael Jeffrey Jordan es como su carrera, rodeada de mística y de innumerables historias y leyendas que probablemente nunca llegarán a salir a luz, pero que darían para escribir un millón de páginas como ésta.