Los Oklahoma City Thunder han vuelto a dar la sorpresa en este mercado y se han llevado a la gran pieza que faltaba por cambiar de aires en el mercado. Parecía que el destino de Carmelo Anthony era rojo Rocket, en una reunión con Harden y Paul para conformar un equipazo, pero finalmente y al igual que ocurrió con Paul George, Oklahoma se llevó el gato al agua desprendiéndose a cambio también de muy poco, lo que habla muy bien de su manager Sam Presti que ya es máximo candidato a ejecutivo del año sin duda alguna.
El quinteto del año pasado en Oklahoma con respecto al de este año es radicalmente distinto y lo convierten en un gran contender en el Oeste. Westbrook ya no estará tan solo como el año pasado, tendrá la ayuda de dos jugones más que de encajar formarán un combo terrible, con un Anthony más pegado a la pintura en la posición de falso cuatro y con George de alero abierto abriendo espacios para las penetraciones del base, además de Robertson, el especialista defensiva en el perímetro y Steven Admas, el ancla en la pintura que tendrá que bregar con los interiores rivales tanto en ataque como en defensa.
Falta por ver como Donovan es capaz de controlar la concentración de balón en manos de Westbrook, que el año pasado batió el récord absoluto de la NBA en ese aspecto y al que se le une un Anthony que también es experto en acaparación de balón. Pero si focalizan sus esfuerzos en el colectivo serán un equipo muy compensado aunque sin un banquillo de garantías. Pero peor eran el año pasado y llegaron a playoffs solo con Westbrook.