Cuando Paul George se fracturo la tibia y peroné en el campus de verano de la selección USA en Las Vegas, todo el mundo creímos que la progresión meteórica que llevaba el alero se vería truncada, estábamos hablando de un jugador que había llevado a sus Pacers al primer puesto del Este y forzó el séptimo partido a los Heat de LeBron en las finales del Este.
El premio a sus buenos años fue el campus USA donde se entrenaría con los mejores de la liga y donde se desarrollaría incluso más. Pero tras el desafortunado incidente George no pudo estar en el inicio de temporada de los Pacers que sin su estrella se viniera abajo y se viera quién era el jugador que sostenía todo el equipo. Pudo jugar los últimos partidos de la temporada y a punto estuvo de clasificar a su equipo para los Playoffs, más con su presencia que con su aportación al equipo pero algo era algo.
Sin embargo esta temporada en la que pudo hacer junto a todo el equipo la pretemporada hemos visto a un jugador descomunal, que ya está en las quinielas para MVP de la temporada y llevando a un equipo que se terminó por desmontar este verano con la marcha de Hibber a LA, en un equipo durísimo y muy difícil de batir. Y la mejor noticia es que George está mejor incluso que antes de la lesión, con unos promedios estratosféricos y una confianza en sí mismo como si no se hubiera lesionado jamás. Y además ha asegurado que estará con el team USA si le necesitan, un fuera de serie este Paul George.