Si había una tónica general en la NBA desde la retirada de Michael Jordan allá por 1998 era la de que la conferencia Oeste era la gran dominadora, con los equipos más fuertes del campeonato. Las dinastías de Lakers, Spurs y más tarde Warriors así lo confirman, ya que ningún equipo del Este ha sido capaz de dominar la competición (salvo quizás los Heat de Wade y Lebron, aunque con un balance de 2-2 en las Finales). Pero este año eso parece haber cambiado. Pese a que los Suns son el mejor equipo de la NBA, la batalla por ser primero en el Este ha sido descomunal, con los Celtics, Bucks y Sixers empatados en balances entre la segunda y la cuarta posición, y a tan sólo dos victorias de los líderes Heat. Una carrera de fondo que en la última semana tuvo su punto álgido con hasta Raptors y Bulls con posibilidades de llegar a esa segunda posición.
Pero lejos de quedarse ahí el peligro, los Nets, uno de los favoritos a principios de campaña, ha entrado desde la séptima posición al play in, por lo que tendrá que jugar partidos extra para entrar en los playoffs finales, y ser uno de los cocos para los equipos que han quedado primero. La igualdad entre todos es muy fuerte y las predicciones se hacen muy complicadas, aunque si tengo que poner la mano en el fuego, diría que las Finales de Conferencia serían entre Sixers y Bucks, con ligera ventaja para los de Philadelphia, que tras el trade de Harden han mejorado notablemente sin perder prestaciones de un Embiid que si nada se tuerce se proclamará MVP de la temporada tras convertirse en el único pívot de la NBA en ser máximo anotador de la temporada tras Shaquille O´Neal. Muchos alicientes para no perderse unos playoffs en una conferencia que tras la marcha de LeBron al Oeste ha crecido notablemente para subir el nivel y dar por fin el espectáculo esperado.