Si hay un enfrentamiento que levante pasiones en la NBA es el Boston Lakers, y ya si es la última visita de Kobe al Garden el partido se convierte en histórico. Y cómo no Kobe no defraudó. Como si volviese a sus mejores momentos dominó el partido anotando en los momentos claves para frenar el empuje de una hinchada que tantas veces le ha pitado y que ahora se rendía a los pies del 24.
Kobe anotó además el triple decisivo que aseguraba la victoria para los de púrpura y oro y dejaba así su sello en su última visita al estadio más difícil para un jugador laker. Sólo los más grandes son capaces de ser aplaudidos por la hinchada rival y Kobe, por supeusto, lo es.