El buen partido de Vinicius con dos goles ante un flojísimo Liverpool ha desatado la euforia entre la «masa» madridista, que ya está exaltando al extremo brasileño como el mejor del momento y comparándole con las dos grandes eclosiones de esta temporada Halaand y Mbappé. No es la primera vez que esto ocurre entre los madridistas y es entendible debido a la falta de estrellas en un equipo acostumbrado a contar con los mejores a golpe de talonario año tras año.
Que Vinicius es un jugador diferente es obvio, que su capacidad de desborde es de las más altas de la liga también es una obviedad. Pero no hay que olvidar su falta de puntería y determinación de cara al gol que arrastra desde que aterrizó en el Madrid hace tres años. Esa cualidad es muy complicado de tener y más aún de entrenar. Y no es por falta de actitud, ya que el joven brasileño entrena mucho esta faceta, pero sigue siendo su talón de aquiles.
Su gran actuación el consagró como el MVP del partido y ha hecho que los aficionados que tanto le criticaban ahora le adoren por un solo partido. Eso es el fútbol, pero no hay que olvidar que Vinicius no convence a Zidane, sólo la baja de Varane el mismo día del partido le abrió las puertas de la titularidad al 20, y que cuando Hazard esté operativo de nuevo su sitio seguirá siendo el banquillo. Igual que en las malas no hay que enterrarle, en las buenas tampoco se le debería poner en el pedestal en el que algunos ya le han situado, porque la caída puede ser tremenda y ya ha demostrado que no es capaz de lidiar bien con la presión.
El Valencia C.F. siempre se ha caracterizado por cuidar muy bine su cantera y sacar grandes proyecto de estrella, y Ferrán Torres va camino de ello. Pero la gestión que se ha realizado con el joven extremo ha sido un desastre total de las que nadie sale indemne. Primero fue Marcelino el que no contaba con el mejor jugador sub 19 del Europeo conquistado por España, le dijo que iba a seer el quinto jugador en rotación para él. Pero con su marcha y la llegada de Celades, Ferrán se ganó la posición y ha sido el mejor jugador con diferencia del año en el conjunto ché. Pero con todo durante la campaña el Valencia sólo le ha ofrecido una oferta de renovación (acaba contrato el año que viene) muy lejos de las pretensiones económicas iniciales, y lejos de seguir negociando, Lim dio por finiquitado la etapa en el Valencia de Ferrán en busca de su enésimo proyecto al frente de un Valencia que se ha quedado sin jugar competiciones europeas el año que venía de ganar la copa en su centenario y llegar a octavos de la Champions League en un grupo complicadísimo.
Finalmente Ferrán va a ser nuevo jugador del Manchester City por la ridícula cifra de 25 millones para un jugador de 19 años y del nivel que ha demostrado el extremo. Encima sale por la puerta de atrás, con parte de la afición que ya no sabe ni qué pensar ni qué hacer viendo como poco a poco desde Singapour siguen destruyendo a un club al que además están dejando sin identidad. La estrategia del Valencia ahora es desprestigiar al jugador y a su entorno para cubrirse las espaldas de esta nefasta gestión y dejar marcar a un jugador que nunca debió abandonar el club, y menos en un momento así. Era el momento de apostar por gente joven, comprometida y Ferrán ha demostrado que lo es. Ahora le tocará volver a empezar en el City donde no tendrá fácil entrar en el once que quizás es lo más importante para un jugador de su edad, ir cogiendo minutos y experiencia, pero también empezó como quinto jugador de rotación en el Valencia y ya hemos visto cómo acabó.
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