Karim Benzema se está convirtiendo en cuestión de estado. El francés envuelto en el escánolo Mathieu Valbuena (chantaje a un compañero de selección con un vídeo sexual), tiene dividida a toda Francia (país que acoge la eurocopa este verano). Su llamada a la selección está trayendo cola y dividiendo hasta las esferas políticas del país (con cruces de declaraciones incluidas). La calidad del jugador y su importancia en la selección son indiscutibles, pero el hecho de estar imputado y de que el problema haya sido con un compañero de equipo, complican y mucho las cosas para la federación francesa los últimos eventos deportivos se han saldado con expulsiones de jugadores de concentraciones y divisiones de vestuario.
El caso es que Benzema está realizando la mejor campaña de su carrera, además de ser ya un veterano dentro de un vestuario con mucha sangre nueva y necesitada de un líder. Pero como suele pasar con las figuras importantes, Francia espera dar ejemplo con la decisión, cosa que me parece correcta, y el torneo peligra para el jugador, aunque sinceramente no creo que Benzema se pierda el torneo. Parece mentira que un jugador con las ganancias y la popularidad de Benzema se meta en este tipo de líos que sólo empaña una carrera que siempre ha dado la sensación que con un poco más de carácter hubiera dado un mayor rendimiento.