Quizás el nombre de Brian Crough no sea muy conocido entre los espectadores actuales del fútbol, pero estamos hablando del quizás mejor entrenador de la historia de Inglaterra, que implantó un estilo propio y fue un visionario y que hizo que equipos desconocidos alcanzaran las cotas más altas.
Crough fue un delantero en su época de jugador que se tuvo que retirar pronto del fútbol por una grave lesión de rodilla, pero en su carrera de jugador se hizo íntimo del portero del equipo, Peter Taylor, que sería su mano derecha en su carrera de entrenador. Sus roles estaban definidos Crough era el técnico, daba las arengas y sacaba los mejor de los jugadores con su particular carácter, y Taylor peinaba el mercado en busca de los jugadores que más pudieran aportar al equipo a bajo coste. Así comenzaros su andadura en el Derbi County, llevándole de segunda división a campeón de la Premier League en cuatro años con un equipo repleto de jóvenes desconocidos fichados por él y veteranos que parecían en declive pero que supo sacarles el mejor rendimiento.
Tras el éxito Crough se endiosó y fracasó en el Leeds de donde fue despedido a los 44 días de comenzar y tras poco tiempo fuera de los focos cogió las riendas del Notthingam Forest, un equipo que deambulaba por la segunda división, y en su segunda temporada al frente del equipo lo ascendió, pero su éxito no acabó ahí sino que en su primera temporada en primera le hizo campeón de la Premier y los dos años siguientes campeón de Europa de manera consecutiva. Un hito histórico con un equipo de jugadores que al ficahrlos eran desconocidos pero que a la postre acabarían siendo leyendas como es el caso de Peter Shilton el considerado mejor portero de la historia de Inglaterra. Tras esto no volvió a cosechar ningún éxito más reseñable y la muerte de su compañero Taylor lo sumió en una depresión que lo hizo alcohólico y acabó con su vida en 2004.
Pero quedará siempre para el recuerdo su estilo y filosofía desafiante ante la prensa y su apuesta por un fútbol de toque innovador, en contra del pelotazo extendido en todos los clubes ingleses. Fue un pionero al que sólo por su mala cabeza (duras críticas al combinado inglés cuando colaboró retransmitiendo un partido) le privó de su sueño de dirigir al combinado nacional. Aun así sus logros son reseñables y su estilo ha dado con figuras arrogantes tan conocidas como Alex Ferguson o José Mourinho. Este último también le ha suplantado el mote.