La jornada de ayer nos dejaba un interesantísimo Real Sociedad Real Madrid que fue menos competido de lo esperado, por mérito de un Madrid que salió muy serio y que ya en el minuto dos iba por delante en el marcador merced a un gol de Bale. A partir de ahí controló el partido como quiso y puso en muchos problemas a la Real con los desmarques de Morata y las conducciones de Asensio. Este último cercioró su debut con el Madrid en liga con un golazo que desbordaba clase por todas partes. Otro que ayer jugó muy bien fue Kovacic, que demostró mucha confianza y aprovechó los minutos que le dio Zidane anoche. En conjunto el Madrid hizo un muy buen partido y demostró que pese a las numerosas bajas es un equipo muy competitivo y aspirante a todo este año.
La otra cara de la moneda se la llevó el Atlético, hizo un partido serio con muchas ocasiones, llegó a disponer de hasta 18 corners a favor, pero confirmó que su maleficio con los descuentos sigue vivo. Ya en la primera parte pudo adelantarse con un palo de Carrasco y un fallo en boca de gol de Gameiro, pero en la segunda y ya con toda la artillería de la que disponía en el campo el Cholo (introdujo tras el descanso a Torres, Gaitán y Correa), arrinconó a un Alavés que no se asomó por el área de Oblak en todo el partido. Y tras otro palo de Torres y otras cuantas ocasiones desperdiciadas, llegó el merecido premio merced a un claro penalti sobre Torres. Gameiro demostrando mucha personalidad asumió el reto y anotó. Y con todo el estadio festejando una victoria sufrida, Mario enganchó un disparo perfecto desde más allá de la frontal que dejó a la parroquia rojiblanca helada y perdiendo los dos primeros puntos de la temporada, uno puntos perdidos con los que nadie contaba.
El partido de anoche fue un clásico partido de mediados de verano en el que se vio a un Sevilla más rodado que pudo con el Madrid hasta que el físico hispalense dijo basta. El proyecto de Sampaoli comienza a tener buena pinta y ya se han visto que el modelo de fútbol que utilizó en Chile es el que se va a ver en el Pizjuán durante esta temporada, intento de recuperar rápido el balón, ser un bloque unido y hacer daño con la posesión. Aún así comenzó perdiendo tras una obra de arte de un Asensio que se ha convertido por derecho propio en el protagonista del verano en el Madrid. Pero supo sobreponerse al golpe y remontar el partido, para aguantar los últimos minutos las embestidas blancas. Y en estas apareció el especialista a balón parado en finales y en los últimos minutos.
Si ya en Lisboa se convirtió con su cabezazo en mito madridista, su gol en la final del mundialito de clubes, más el de la final de la champions de este año y unido al de anoche lo convierten en el experto en finales. Nadie sin ser delantero habrá conseguido ser tan importante en partidos de tal calibre como Sergio Ramos, un jugador que nunca se rinde y que gracias a sus apariciones ha conseguido ya varios títulos de suma importancia para el Madrid. Y para más morbo lo ha hecho esta vez ante el Sevilla de sus amores, con el que mantiene una relación amor-odio con la afición. Con su cabezazo de anoche en el descuento otra vez mandó el partido a la prórroga donde una gran jugada de Dani Carvajal acabó en gol del lateral para dar el título al equipo de Zidane y dejar a un Sevilla con un pobre bagaje de 1 de 5 Supercopas ganadas.
La historia se volvió a repetir, un Madrid con todo perdido rescatado por un cabezazo de Ramos en el descuento para en la prórroga volver a ganar un título. La verdad que los títulos sufridos se saborean más y pese a que el de ayer no es el trofeo más codiciado seguro que todo el madridismo cantó a pleno pulmón un nuevo milagro de su capitán.
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