Es muy difícil definir lo que ha sido el rendimiento de Ousmane Dembélé hasta ahora sin hablar de las palabras fracaso, decepción o incluso poco profesional. Un fichaje que en su día se convirtió en el más caro de la historia blaugrana en un verano en el que el Barcelona perdió a Neymar y contó con una gran cantidad de dinero que, como ya ocurriera en la época de la marcha de Figo al Real Madrid, no ha sabido invertir bien y ha provocado la mayor crisis institucional del equipo en base a fichajes frustrados y sueldos desorbitados que han dejado al club al borde de la quiebra total.
Ahora, tras cinco años de sinsabores con el díscolo extremo francés, que ha pasado más del 50% de los partidos del Barcelona en su estancia lesionado, su contrato llega a su fin, y es libre de negociar con cualquier equipo. Su intención, o eso afirma él, es la de permanecer en el Barcelona, pero con unas pretensiones fuera de mercado y muy fuera de su rendimiento y aportación al equipo durante estos cinco años. El Barcelona ya ha descartado prácticamente la renovación del mosquito, y lo que ahora quiere es venderlo para sacar algo de dinero antes de que se vaya gratis en verano.
Pero Ousmane no está por la labor de abandonar el Barcelona antes de verano, pro lo que el club se plantea dejar seis meses en la grada sin jugar y apartado del equipo. Se lamentan de la actitud del jugador y de lo difícil de hacerle cambiar de opinión y de lo mal aconsejado que está. Pero cuando lo ficharon del Borussia nadie del Barcelona se lamentó cuando el jugador se declaró en rebeldía en el club borusser, negándose a ir a entrenar para fichar por el conjunto blaugrana, ahí todo les parecía bien, pero ahora que se les paga con la misma moneda ponen el grito en el cielo. Y yo me pregunto, qué esperaban en el club???