Parecía hace unas semanas que el Barcelona iba a ser el destino del joven André Gomes, pero ante la inoperancia de la directiva culé, el Madrid le ha adelantado hasta tal punto que parece que el acuerdo no se hará esperar mucho. Quedan quizás los únicos flecos que exige el Valencia, una entidad muy rencorosa con los blancos tras el fichaje de Mijatovic hace ya casi dos décadas. Desde entonces han torpedeado los fichajes de Villa, Silva, Mendieta, y un sinfín de jugadores que deseaban vestir de blanco y no pudieron. Pero el caso de Gomes parece distinto, el jugador quiere salir a un club mayor, su representante es Mendes (¡¡¡qué raro!!!!) y su excelente relación con el dueño Lim pone más fáciles las cosas. Además los 60 millones que van a recibir por el jugador serán muy bienvenidos para afrontar la difícil contratación del hijo pródigo Mata.
Tras sólo dos años en la disciplina valencianista, el luso se ha convertido en uno de los jóvenes más prometedores del planeta, aunque para ello deba mejorar la regularidad en su juego, ya que alterna partidazos con otros duelos en los que casi ni toca el balón. Aun así su juventud (va a cumplir 23 años) juega a su favor, y su buena relación con los portugueses del Madrid además ayudarán a aclimatarse al canterano del Benfica más rápidamente. Su fichaje por contra provocará que Kovacic tenga que pensar en una salida en busca de minutos, y el lado negativo del fichaje de Gomes viene en nombre de Marco Asensio que otra vez deberá buscar un equipo que le permita mostrar su fútbol, ya que no parece todavía preparado para el club de Chamartín. Lo dicho golpe de efecto que deja al Barcelona sin uno de sus jugadores favoritos para el medio y refuerza un centro del campo que con Modric, Kroos, Casemiro, Isco y James parece que calidad no va a faltar.