El 8 de Julio de 1990 se disputó la final del Mundial de Italia en el estadio Olímpico en Roma. El partido enfrentaba a Alemania Federal con Argentina en la reedición de la final del Mundial anterior en México donde los argentinos se impusieron por tres goles a dos. Esta vez la historia sería distinta ya que serían los alemanes los que se impondrían por un tanto a cero. Pero pese a significar el tercer mundial para la mannschaft, la final sería recordado por el incidente durante los himnos con Maradona de máximo protagonista.
Para ponernos en antecedentes, las semifinales para Argentina habían sido ante la anfitriona Italia, en Nápoles para más inri. Allí venció la albiceleste en los penaltis en un estadio dividido entre los napolitanos que apoyaban a Maradona y los italianos que iban con la azzurra. Tras el partido Maradona, que anotó uno de los penaltis en la tanda, se convirtió en el enemigo número uno para toda Italia. De ahí que en la Final, con el estadio lleno de italianos locales, fuera silbado y abucheado todo el himno de Argentina.
Como consecuencia de aquello, y con las cámaras grabando como suele ser habitual uno a uno a los componentes del combinado nacional, al llegar a Maradona que era el último integrante al ser el capitán, se le vio exaltado y lanzando todo tipo de improperios hacia todo el público de manera muy vehemente. Una imagen icónica y bochornosa que escenificó a la perfección el fin del ciclo de Maradona en el país transalpino donde ya no volvió a levantar cabeza y fue más protagonista por los juicios extra deportivos que por pisar el campo donde fue sancionado.