Hacer de lo difícil sencillo es lo más complicado en el fútbol, y Tony Kroos lleva toda su carrera haciéndolo sin alardes. El mayor error cometido por el Bayern de Múnich en su historia al dejarle marchar sin renovarle, sin valorarle, incluso llegando a ser extremadamente criticado, y que el tiempo ha dado la razón a este metrónomo alemán, cuyas virtudes distan mucho del fútbol actual. Si uno lo analiza Tony Kroos no tiene las condiciones a priori para ser jugador de élite, no tiene gran velocidad, ni un gran físico, tampoco es un goleador ni llegador excelso, pero todo lo compensa con velocidad mental y una colocación que asemejándose al estilo de Federer en el tenis, siempre le hace estar en el lugar adecuado. Su facilidad para afrontar situaciones de riesgo con facilidad pasmosa es difícil de ver repetida y su acierto en el pase, siempre arriesgando hacia adelante, es irrepetible, sin bajar del 97% de acierto en prácticamente todos los partidos que disputa.
Su carácter introvertido, y las ganas de pasar desapercibido no deben hacernos olvidar el jugador que es, un centrocampista irrepetible a precio de saldo para conformar el mejor centro del campo de la historia del Madrid. Un jugador que se adaptó al club blanco desde el primer día, y que también pasó por una época de críticas en el club blanco que pronto fueron silenciadas a su estilo, desde el trabajo bien hecho y sin alardes. También el alemán posee uno de los mejores golpeos de balón de la actualidad, lo que le hace botar todos los balones parados del club blanco desde su llegada. Pero pese a todo quizás lo que hace más grande a Tony Kroos es su carácter, es un jugador admirado por compañeros y rivales, sin una declaración salida de tono, y que tiene la admiración de todo el mundo del fútbol, aficionados rivales incluidos, y esto quizás es lo más grande de todo lo que ha conseguido el 8. Doy las gracias por haber podido ver jugar a Tony Kroos.