Tras todo el revuelo que está causando el lío con el burofax y la marcha de Messi, no ha trascendido mucho una noticia muy importante en el Barcelona como es la marcha de Rakitic (algo cantado) pero por la absurda cifra de 1,5 millones de euros, algo ridículo para el nivel de este jugador, por mucho que se quiera hacer caja y quitarse los sueldos de la plantilla. Y Suárez va a salir prácticamente también por una cifra simbólica, y son jugadores que todavía tienen un par de años más que buenos en el fútbol de élite.
Las comparaciones son odiosas, pero la simple cesión de Ceballos al Arsenal va a reportar al Madrid más dinero que Rakitic, Vidal y Suárez juntos, algo absurdo. James Rodíguez, un jugador que no cuenta para Zidane y que no va ni convocado las últimas jornadas de liga, y a salir por un importe cercano a los 25 millones, y el Barcelona no es capaz de sacar ni 10 millones entre sus «descartes». Bartomeu planea una revolución en el peor momento, sin liquidez, con un mercado sin poder realizar dispendios y siendo su último año de mandato, un despropósito total que puede llevar al Barcelona a retrotraerse a su época más oscura con Gaspart, donde no llegó ni a disputar la Champions.
Además se da por hecho la llegada de Lautaro y lo mismo se encuentran una plantilla sin Messi y sin que Lautaro quiera ir, o le deje el Inter, porque llegar a un acuerdo con un club sin dinero como el Barcelona no va a ser sencillo. Se ha traído a Koeman para enderezar una nave que va a la deriva y que sólo una buena gestión del entrenador sacando lo mejro de los jugadores que tiene y recuperando la mejor versión de estrellas venidas a menos (recordemos que Griezmann y Coutinho eran excelentes jugadores hasta su llegada al Barcelona) y el holandés cuenta con ellos. Muy largo para el Barcelona se va a hacer este último año del Barcelona