Boston Celtics no se queda quieto tras la contratación como agente libre de Gordon Hayward y espera apuntalar un equipo aspirante al anillo definitivo. Tras el barrido en la final de conferencia del año pasado ante LeBron James y sus Cavs, los Celtics con mucho margen salarial debían aprovechar este mercado. Y cuando parecía que Hayward iba a ser la única buena noticia final del equipo parece que de nuevo Danny Ainge vuelve a dar un toque de magia al mercado y puede traer al pequeño de los Gasol a la franquicia de Massachussets dotando así a la franquicia de un quinteto temible.
Marc Gasol es la pieza que falta al equipo para tener un quinteto compensado y con calidad por todos los poros. Con Thomas-Smart-Hayward-Horford-Gasol Brad Stevens puede optar a la lucha por el anillo sin problemas. Sería un quinteto muy del estilo Boston, fuertes en defensa, sobrios en ataque y con un potencial interior difícil de igualar, donde todos los jugadores se implican en sus tareas sin pensar en sus número personales, todo por el beneficio del equipo.
A día de hoy sólo se está tanteando este movimiento con los Grizzlies, pero el hecho de haber vendido a Randolph y Tony Allen dan a entender que la política de la franquicia va a ser la de reconstrucción, y Boston puede ofrecer jugadores jóvenes interesantes a cambio de un Marc que ya cuenta con 32 años y no estaría muy cómodo viviendo una nueva reconstrucción. En los próximos días se verá cómo han ido las negociaciones entre Celtics y Grizzlies por uno de los tres mejores pivots de la NBA sin duda.