Una vez mas queda de manifiesto el poder mediático y propagandístico que tiene el Real Madrid. La campaña del club blanco a favor de Karim Benzema ha alcanzado cotas ya que rozan lo increíble. Ya que ni siquiera se plantee a Benzema en al terna del Balón de Oro de este año es inasumible. Su temporada es impecable, gran Eurocopa, y buen comienzo de siguiente temporada. Pero los argumentos a favor de su candidatura se caen incluso ante los no favoritos al premio. Compartió campeonato con Messi, y el argentino fue pichichi y máximo asistente en un año que empezó tarde a jugar y tras su intento de abandonar por cualquier medio su club. Lejos de ser algo esporádico, el propio Messi fue campeón con Argentina de la Copa América siendo de nuevo pichichi y máximo asistente del torneo. Por lo que por ahí los argumentos a favor de Benzema como balón de oro se desmoronan. Y aún hay más, ni siquiera Messi se acerca al nivel del que de verdad debería ser el Balón de Oro, y más tras haber sido ninguneado el año pasado, el polaco Robert Lewandowski. Tras haber ganado el triplete con el Bayern, mejoró su rendimiento en la Bundesliga incluso, fue capaz de superar el récord de goles en una sola temporada de Gerd Müller pese a lesionarse en febrero (lo que privó al equipo de pasar de ronda ante el PSG en Champions) anotando 41 goles en 29 partidos, a una media de 1,41 goles por partido. Los datos hablan por si solos. Esta campaña recuerda a la tristemente exitosa de Modric como Balón de Oro tras el Mundial de Rusia, en la que el croata, un jugadorazo irrepetible las cosas como son, se alzó con el galardón sin merecimiento ninguno merced a la maquinaria de promoción y marketing hacia la opinión pública orquestada por Florentino Pérez. Así cómo no van a querer venir jugadores de la talla de Mbappé sabiendo que es el sitio idóneo para conquistar este tipo de galardones.