Tanto Madrid como Atlético obtuvieron resultados positivos en estos cuartos de final de la Champions League. Los colchoneros vencieron en casa al rocoso Leicester que vino a Madrid a no encajar y se fu sólo con uno y sin apenas disparar a puerta, dejando a las claras su intención de ganar la eliminatoria en el King Power Stadium. Por su parte el Real Madrid cosechó una importantísima victoria en el Allianz Arena tras remontar el gol inicial de Arturo Vidal (que fallaría un penalti con 1-0 favorable al Bayern).
En principio ambos son favoritos para pasar, lo que deja claro que haber llegado ambos a dos de las últimas tres finales no ha sido una casualidad. El Madrid debe controlar el entusiasmo que supone la vuelta al equipo de Lewandowski, principal arma ofensiva de este Bayern y un jugador que puede dar la vuelta a la eliminatoria el solito. Además Ancelotti tendrá ganas de aguar la fiesta a Florentino Pérez por su extraña salida del club blanco hace ya dos temporadas.
El Atlético plantea el partido como una auténtica final, y no se fía del Leicester y se mira en el espejo del Sevilla que desperdició también una ventaja de un gol a la ida. Los de Simeone continúan avanzando rondas en la Champions otro año más sin hacer ruido, pero con opción de plantarse en semifinales de la competición por tercera vez en cuatro años. Además saldrá con Griezmann y Carrasco arriba para aprovechar alguna pérdida del equipo inglés y castigarles, sabedores que un gol atlético obliga a marcar tres a los de Shakespeare, que tras un inicio fulgurante han visto frenada esa trayectoria ganadora tanto en Premier como en la Champions.
Madrid puede aportar por tercer año en los últimos cuatro a dos equipo entre los cuatro mejores de Europa, dejando claro el dominio que lleva imponiendo los últimos años y que da muestra del nivel de ambos equipos y de lo difícil que es que dos equipos con esos registros convivan a escasos kilometros de distancia. A disfrutarlo que no durará eternamente por desgracia.