Rajon Rondo, hace no mucho era el mejor base puro de la NBA, era la estrella indiscutible de unos Celtics en los que estaban Pierce, Garnett o Allen. Él era el futuro de la franquicia de Masachussetts, donde todo el mundo le idolatraba y adoraban su filosofía de trabajo duro y esfuerzo. El equipo se desmanteló (Danny Ainge buscó una reconstrucción rápida que no salió), pero el 9 Celtic seguía dando el mejor nivel y siendo el máximo asistente del campeonato y haciendo de los Celtics un equipo competitivo.
Pero llegó su grave lesión del ligamento cruzado de la rodilla y todo se vino abajo para Rondo. Tras perderse la temporada volvió a vestirse de corto para al poco tiempo cambiar de aires a unos Mavericks que intentaban su enésimo proyecto ganador. Pero no resultó, parece que el amor de Rondo por el basket y en especial por defender (reconoció que en su última temporada en Boston ni se esforzó en defender) había muerto y sus problemas con Rick Carlisle le hicieron que fuera apartado del equipo texano.
Como era agente libre salió al mercado, pero los equipos no confiaban en un jugador que pese a su juventud parecía pasado de vuelta ya, y sólo apostaron por él los Sacramento Kings (el equipo más inestable de la NBA desde hace años) y le firmaron por un año. El proyecto no salió bien y juntar el carácter de Rondo con el de Cousins sólo hizo crear mal ambiente en la plantilla californiana. Pero tras otro verano los Chicago Bulls quisieron darle las riendas tras la venta de Rose, pero tras un inicio de campeonato decente, Rondo ha vuelto a su irregularidad e individualismo, provocando que en la franquicia del viento ya estén intentando traspasarlo. Parece que la carrera en la élite de Rondo ha muerto definitivamente, una pena cuando hace escaso tiempo era el mejor base de todo el campeonato.