Que Kevin Durant es el arma ofensiva más mortífera de la NBA junto a James Harden es algo que es más que evidente. El alero de Washington cuenta con un arsenal ofensivo prácticamente ilimitado que le hace verdaderamente imparable cuando ataca. Pero esta temporada ha incorporado un nuevo registro a su juego:la defensa. El 35 nunca ha sido un mal defensor ni mucho menos, pero tampoco era un virtuoso de esa modalidad, pero este año está a un nivel excelso que le hace estar en las quinielas para entrar en el primer quinteto defensivo del año.
Y para refrendarlo no hay más que ver la exhibición que realizó anoche ante los Cavaliers y ante un jugador casi indefendible: LeBron James. A falta de poco más de un minuto los Warriors ganaban por tan sólo dos puntos, y James asumió la responsabilidad de anotar. Pero la defensa de Durant hizo que James se viese forzado a perder el balón y con ello la posesión. Pero el siguiente ataque tras fallo de los de Oakland, se repitió la misma situación con Durant poniendo un gorrazo a James y recuperando la posesión para finalmente llevarse el partido desde la línea de los libres.
Durant ha sabido encajar a la perfección en el esquema de Warriors sin romper la armonía del equipo, y ha incorporado la defensa para ayudar más a Thomson en la línea exterior, ya que Curry sigue siendo el eslabón débil del equipo en ese aspecto. Va lanzado a por su segundo anillo consecutivo y no tiene pensado hacer prisioneros por el camino.