Por segundo año consecutivo los Boston Celtics jugarán la final de la conferencia Este, de nuevo ante los Cavaliers y de nuevo ante LeBron. Y lo hacen en el año en que se han vuelto a superar a sí mismo y de nuevo Danny Ainge ha vuelto a demostrar que es el mejor General Mannager de la liga. Tras el batacazo que supuso la grave lesión de Gordon Hayward a los tres minutos del primer partido de la liga, se sucedieron una racha de 18 victorias consecutivas que demostraron la capacidad de rehacerse de este equipo por momentos inmortal.
Pero lejos de librarse de las malas noticias a escasas dos semanas del inciio de los playoffs la otra gran estrella del equipo Kyrie Irving, debía pasar por quirófano para curar su maltrecha rodilla, despidiéndose así de lo que quedaba de temporada y playoffs. El equipo terminó la regular season segundo y afrontaba una dura primera ronda ante uno Bucks con un Antetuokompo ilusionado ante su primera participación en playoffs. Los Celtics ganaron todos sus partidos en el TD Bank para llevarse la serie en el séptimo. Y tras los Bucks el reto mayúsculo de unos Sixers que sólo habían perdido un partido de sus últimos 19 disputados entre temporada y playoffs.
Y ahí es donde volvió a salir la mejor versión de los Celtics, comandados por un gran Horford bien secundado por Rozier y un Tatum cada vez más dominador, se han llevado la serie en cinco partidos dejando en la cuneta a unos Sixers de los que se esperaba mucho más. Ahora lo lógico es que LeBron imponga su dominio en esta Final pese a que los Celtics parten con factor cancha. Se presenta una reedición de la Final del año pasado donde los Cavaliers barrieron 4-1 a los verdes. Pero pese a que sólo ha pasado un año son equipo bien distintos y con los Celtics el límite es el cielo.