Otro verano más (y ya van tres consecutivos) las noticias sobre la marcha de Cristiano Ronaldo y su decisión en firme de abandonar el Real Madrid se reproducen de manera constante. Diarios de todo el mundo aseguran nuevas exclusivas sobre la decisión en firme del portugués de abandonar el club dolido por no sentirse lo reconocido que el cree que merece y la falta de renovaciones astronómicas que sí se dan en sus rivales por el balón de oro.
El luso metió la pata sobremanera queriendo ser protagonista tras la tercera Champions League consecutiva en Kiev de hace tan solo un par de semanas dejando unas declaraciones explosivas dejando en el aire su futuro en el Madrid en el momento menos oportuno. Cristiano minutos después quiso matizarlo asegurando que no había sido el mejor momento para comunicarlo pero que ya no aguantaba más. Su relación con Florentino no pasa por un gran momento, y los tira y afloja entre el ego del portugués y la política de Florentino sobre que el Madrid está por encima de cualquier nombre chocan sobremanera.
Parece mentira que tras cuatro Champions en cinco año y las tres últimas consecutivas esté ocurriendo esto. Ni Ronaldo va a ganar más con otro club de lo que puede ganar con el Madrid, ni en el mercado hay un jugador del carisma y la fiabilidad de Ronaldo en el mercado. Neymar, el detonante de casi todos los problemas no es Cristiano Ronaldo, su marketing y calidad están fuera de toda duda, pero su relevancia y su determinación en los partidos importantes están lejos de los registros de Ronaldo. Esto tiene pinta de que acabará con una mega renovación de Cristiano para igualar su sueldo al de Messi y Neymar y se verá de nuevo al Cristiano feliz y sonriente hasta el siguiente final de temporada.