A tan sólo dos días para el comienzo del Mundial parece que Brasil está un peldaño por encima del resto de selecciones. Tité desde su llegada ha encontrado el equilibrio en una selección donde le sobra el talento en ataque y en el medio le sobra músculo. Ha dejado a Neymar máxima libertad y con la canarinha el 10 de el PSG ofrece su mejor versión. Además ha encajado al brasileño con Coutinho como medio ofensivo por el costado izquierdo y convierte a Brasil en una selección imparable cuando conectan los dos astros.
Pero no sólo el talento brasileño es peligroso, su centro del campo con Casemiro, Fernandinho y Paulinho es infranqueable. Son ambos medios poderosos físicamente, con gran llegada y que cubren a la perfección las anarquías tácticas de los talentos canarinhos. Pero por si eso no fuese poco las incorporaciones de Marcelo desde el lateral y la movilidad de Gabriel Jesús como delantero abren un abanico de posibilidades en ataque magnífico. Además por fin cuentan con un portero de garantías como Alisson algo que han adolecido desde siempre en el combinado nacional y que hace que sea muy complicado anotarles un gol.
Y eso teniendo como recambios a Firmino, Willian o Douglas Costa que mantienen el nivel y además pueden ofrecer nuevas variantes en ataque en partidos atascados. Llegan además en un gran estado de euforia, con un Neymar que tras los dos amistosos en los que ha anotado un golazo en cada uno despejó todas las dudas sobre su estado tras su delicada lesión de hace un par de meses. Las piezas parecen funcionar a la perfección, y son ya varios años los que llevan jugando juntos y llegan en la edad perfecta para hacerse con la sexta copa para el país dominador absoluto de los mundiales. Mucho peligro.