Utilizando la famosa jerga de los playoffs de la NBA, cuando una serie se decide en el séptimo partido en el que es un todo o nada , el Atlético de Madrid afronta hoy un partido sin margen de error tras una pésima fase de grupos en la que sólo suma cuatro puntos en cuatro partidos. Un bagaje inadmisible para un grupo asequible para el presupuesto y la entidad de los colchoneros. Ya se han disparado al pie dilapidando sus opciones de ser primeros de grupo (con la complicación de cruce que eso implica en octavos) y ahora, aún dependiendo de sí mismo, tiene que sudar mucho para pasar a la fase eliminatoria de la competición.
Recibe hoy a un Bayern Leverkusen que sigue sin levantar cabeza pese al esperanzador debut con Xabi Alonso en el banquillo pero que ya amargó a los rojiblancos en su estadio, con un partido serio y ganando con justicia a un equipo desnortado y muy vulnerable. Hoy el escenario es distinto, con un Atlético sin margen de error y ante su público tras la fuerte decepción que fue el empate ante el Brujas. Simeone lo sabe y va a repetir con el bloque de confianza que se impuso al Betis, y sólo las piezas de Saúl y Correa pueden variar en beneficio de Carrasco y de Paul, pero la columna vertebral que ya ha sido clave en victorias de renombre en el Villamarín, Pizjuán y San Mamés no se mueve.
Habrá que ver si el equipo sabe canalizar el empuje inicial y maneja bien la ansiedad de tener que ganar si o si ya que este año esta teniendo serios problemas en casa, donde en liga ha cedido ya ocho puntos, siendo solo capaz de ganar a Celta y Girona, además de haber recibido en todos los partidos disputaos como local, una sangría que debe detener si quiere convertir de nuevo su feudo en un fortín inexpugnable. Muchas dudas y una sola certeza esta noche, o se gana o se acabó la andadura en la competición para el Atlético.