Matchball Salvado

El Atlético jugó su mejor partido de la temporada y de los últimos años justo en el momento más delicado de la era Simeone. Justo cuando era un todo o nada para el proyecto construido en verano y que amenazaba con hacer tambalear los cimientos y estructuras construidas pro el técnico argentino a lo largo de estos ya 13 años al frente del club. Y eso que el reto era difícil, ante el Real Madrid, en un derbi de altura, a nueve puntos de los blancos que contaban todas sus jornadas por victorias, con muchas baja importantes en el equipo (Baena recién salido de mes y medio de baja y Almada, Cardoso y Giménez todavía fuera de la lista) y con sensaciones muy confusas en cuanto a lo que estaba pasando alrededor del equipo. Con un juego y unos méritos demostrados que le hacían ser merecedor de más puntos de los que llevaba en la tabla.

Y con eso la primera parte fue un reflejo del inicio de la temporada rojiblanca, adelantarse en el marcador, ser muy superior a su rival, perdonar ocasiones claras, y en las dos únicas llegadas del rival (que fueron muy facilitadas por los propios atléticos) verse por debajo del marcador. Aún así y pese a la mala fortuna que está acompañando al equipo este año (gol anulado y palo de Julián) consiguió irse al descanso con un valioso empate que le dio alas para afrontar la segunda parte. Un segundo tiempo donde el equipo fue un vendaval sobre los de Xabi Alonso que se vio superado en todo momento y que encajó cinco goles por primera evz en 75 años en partido oficial ante los colchoneros. Por su parte el Atlético salvó la primera gran final de la temporada, se coloca quinto en la clasificación, a seis puntos de Madrid y siete de Barcelona, arreglando parte del mal inicio, y con la autoestima por las nubes tras dos victorias seguidas en liga y con un Julián Álvarez en estado de gracia.

Ahora toca cambiar el chip y llevar las mismas sensaciones de la liga a la Champions, donde tras otro ejercicio de supervivencia empataron el partido ante el Liverpool tras verse dos goles abajo para ver como en la última jugada se les escapa de nuevo el partido. Un mazazo del que debe reponerse cuanto antes para empezar a escalar posiciones en una liguilla de clasificación que no espera a nadie y que donde encadenar dos malos resultados te puede condenar a sufrir cruces durísimos desde las primeras de cambio. De momento el ambiente en Majadahonda es de euforia total y esperan que lleve en volandas al equipo hasta el siguiente parón.

Dura Evidencia

El agónico y necesario triunfo del Atlético de Madrid ante el Rayo Vallecano en la jornada intersemanal, ha dejado muy claro que la confección de la plantilla del Atlético sigue estando descompensada, y aunque se han hecho algunas acometidas interesantes, hay algunas lagunas que no se han subsanado, bien por falta de fichajes, o bien por falta de nivel de los mismos, los problemas recurrentes del equipo de la temporada pasada siguen vigentes en su mayoría en esta campaña.

El mal inicio del equipo, donde ha sumado menos puntos de los merecidos en cada partido, ha evidenciado más claramente de lo debido la mala gestión veraniega de nuevo. Los fichajes de Ruggeri o Pubil, no han convencido lo más mínimo a Simeone, y pese que con el italiano se ha intentado en casi todos los partidos, lo cierto es que hasta Hancko, fichado como central izquierdo está jugando ya por delante de él, incluso Javi Galán ya ha tenido más protagonismo en los últimos partidos que el carrilero italiano, Anfield incluido. Su compatriota Raspadori, más de lo mismo, pese a que Simeone si parece confiar más en él, su nivel unido a su condición de suplente en los últimos tres años en el Nápoles hacen que la inversión de 25 millones realizadas por el club colchonero sean injustificables.

Con los tres más ilusionantes, Cardoso, Baena y Almada, la mala fortuna han hecho que Baena solo haya disputado un partido oficial de rojiblanco, y Almada y Baena han caído también lesionados en las últimas semanas, lo que hace que el equipo sea el mismo prácticamente del año pasado pese a los 8 fichajes veraniegos. Con la vuelta y continuidad de los nuevos, unidos a que el equipo coja algo más de forma, este año ha empezado muy flojo a diferencia del pasado, donde todos los partidos los acababa más entero que sus rivales y merced a ello marcó muchos goles valiosos en cuanto a puntos en los últimos minutos, el equipo debería ser ya lo reconocible que se esperaba tras el verano más movido de fichajes en lo que se recuerda en la parroquia rojiblanca. Pero a día de hoy ala realidad es la que es, con el líder a 9 puntos en liga y con una derrota en Anfield en la Champions.

Perdiendo el norte

El Real Madrid está elaborando un dossier de lo que considera agravios arbitrales recibidos en la Liga para presentar a la UEFA como medida de presión contra los arbitrajes nacionales y el estamento de la Liga en general. Una decisión que confirma la pérdida de rumbo que lleva este club en los últimos tiempos con su rastrera campaña acosadora contra los árbitros semana tras semana en su canal de televisión, sus más que sonadas quejas y campañas publicitarias pro errores en contra (jamás reconoce los tratos a favor) y que parecieron que tuvieron su culmen en el ridículo histórico de amenazar con no presentarse a la final de Copa. Un club que siempre ha presumido de señorío desde tiempos inmemoriales pero que lleva muchos años alejado de ello, por mucho que ellos sigan considerándose así, y que está lastrando la imagen del club tanto a nivel nacional como europeo, donde no engañan a nadie con su papel de víctimas y están generando un grandísimo movimiento de repulsa y mofa a nivel global que no es acorde con la grandez de un club como el Madrid.

A ver en que queda definitivamente este último berrinche injustificado tras el arbitraje del sábado pasado ante la Real Sociedad, donde dicen sentir una persecución por la roja a Huijsen (rigurosa pero con Courtois a 25 metros de su portería es roja), pero obvian en el relato la más que clara obstrucción de Mbappe en el saque de Remiro que acaba en el gol de Güller. La doble vara de ver los arbitrajes es lo que hace que no engañen a nadie ni con su papel de víctima ni con su montaje mediático, que hace que los verdaderos seguidores del club no estén de acuerdo con esta nueva postura de víctimas y están cansados de tanta queja semana si y semana también. La llegada de Xabi Alonso, una versión de Mourinho 2.0 por lo que se ha podido comprobar en los escasos meses que lleva en el cargo no va a ayudar a acercar posturas ni a normalizar ninguna situación, de hecho lo más probable es que se alejen más de lo que ya están tanto de los clubes de la liga (donde siguen sin acudir a las reuniones) como al aficionado neutral.