La imagen de Arsene Wenger en el banquillo de Highbury y más tarde del Emirates se ha convertido en un clásico de fútbol inglés y europeo. Pero tras cumplir mil partidos al frente de los gunners toca hacer un balance de su tiempo en suelo londinense.
Arsene comenzó en los banquillos tras un discreto paso como jugador por varios clubes de Francia , y no alcanzó el reconocimiento dirigiendo hasta que le ofrecieron el cargo en el Mónaco. Allí realizó varias buenas campañas con las dos joyas de la cantera Henry y Nicolas Anelka , tanto que el Bayern de Munich decidió tanteralo pero al final quedo en eso un simple tanteo.
Pero tras siete buenos años en el Mónaco fue cesado por malos resultados y desapareció del mapa hasta que el Arsenal decidió apostar por el en 1996. Se notó su mano desde el principio y ya en su segunda campaña ganó el doblete con el equipo (Liga y copa ). Pero su momento álgido llegó con el título de liga en 2004 que conquistó sin ceder una sola derrota. Su otro gran logro fue la final de Champions que alcanzó en 2007 pero perdió a manos del Barcelona de Rijkaard.
El periplo de Arsene en el banquillo deja un sabor agridulce ya que siempre parece que se quede a las puertas del éxito. Llevar casi 17 años al frente del club y no haber conseguido un solo título europeo es una losa demasiado fuerte , José Mourinho lo acusó de ser un »experto en el fracaso».
Yo no creo que Arsene sea experto en el fracaso pero si creo que su etapa como entrenador del equipo de Londres está acabado ya que con su filosofía siempre se va a quedar a las puertas de conquistar un título de liga que se le resiste desde el ya lejano 2004. Pero si hay que agradecer algo a Wenger es la recuepración de estrellas que parecían deshauciadas ( Anelka , Vieira , Henry , Overmars y Bergkamp ). No todo iban a ser malas noticias del legado de Arsene Wenger.