La derrota de Argentina frente a Paraguay por un tanto a cero ha traído un terremoto de críticas en el país albiceleste. Las críticas por increíble que parezca vuelven a ser para Messi, al que acusan de hacer las convocatorias en función de sus amigos. Después de suplicar el país entero la vuelta a la selección y de forzar hasta romperse por jugar con Argentina, ya le llovieron las primeras críticas, y ahora con el astro lesionado se le critica también de la derrota.
Se dice que sólo juegan en el equipo los amigos de Messi, Agüero i Di María son el máximo exponente de las acusaciones, pero no creo que haya ningún jugador argentino (salvo Dybala) con mayor calidad que ambos a día de hoy. Del Kun se critica su falta de gol (falló un penalti y un mano a mano durante el partido) y del fideo su poco compromiso y su baja forma. Y por supuesto el culpable de eso también es Messi, un Messi con el que Argentina gana partidos y que sin él está fuera de la repesca para el Mundial de Rusia.
Argentina no aprende de sus errores, tras perder la final del Mundial y dos Copa América consecutivas (tres de las últimas cuatro), se sigue criticando y cargando de presión a unos jugadores que no acaban de rendir bien con el combinado nacional, bien por presión popular, bien por falta de algún gran técnico al frente de la selección o bien por la grave crisis que está atravesando la AFA. El caso es que a Messi no creo que le haya hecho mucha gracia que su nombre vuelva a estar asociado a la polémica y más sin siquiera haber participado en el partido, Argentina es todo corazón pero sigue sinedo un país que no sabe realmente lo que quiere ni a quién quiere.