Esta madrugada se disputa el primer partido de la Final de la NBA. Una serie que promete ser de las mejores de la historia por ser la primera vez que se enfrentan tres años consecutivos los mismos equipos, con una victoria para cada uno. De aliciente también la remontada histórica de un 1-3 en contra por parte de los Cavaliers, los cruces de declaraciones contrarias entre ambos, un pique constante durante las últimas finales de las dos estrellas de ambos equipos y la llegada de Durant que ya fue barrido hace 6 años de las Finales por LeBron cuando militaba en Oklahoma.
Para los Warriors todo lo que no sea el anillo será un absoluto fracaso, superaron el mejor récord de una temporada en la NBA el año pasado, incorporaron al mejor agente libre que había en el mercado a su equipo y además este año han conseguido llegar a las Finales con un balance de 12-0, algo que nadie había conseguido (los Bulls de Jordan y los Lakers de Shaq y Kobe pero en aquellos años la primera ronda era al mejor de 5 partidos no de 7 como actualmente). Además contarán con factor cancha favorable y con un equipo lanzado tras el regreso de su lesión de Kevin Durant.
¿Pero con todo lo dicho cómo es posible que estas finales estén igualadas?. La respuesta es clara: LeBron James. El jugador más determinante de la NBA y por méritos propios ya en el top 3 histórico de la NBA. Llega en su mejor momento, ha sabido dosificar su temporada regular para llegar lanzado a los playoffs donde se ha clasificado con un balance de 12-1 que habla a las claras de las ganas de otro anillo del Rey. Además las mejores versiones de Irving y de Love han llegado en el mejor momento y los Cavs vuelven a ser un equipo temible con un James que ya es el máximo anotador de la historia de los playoffs y que agranda su leyenda a marchas agigantadas con cada nuevo récord que supera.
Estas Finales se preveen que sean las más vistas de la historia, lo que demuestra las ganas de ver el tercer asalto entre James y el mejor equipo quizás de la historia de la NBA (al menos el que registra más victorias de la historia). Porque este equipo de los Warriors se pasearía sin rival por esta NBA si no llega a ser porque han coincidido en la misma época con el único jugador que ya a día de hoy se puede comparar con Michael Jordan sin que esto suponga ninguna blasfemia, y James quiere sumar otro anillo más a su palmarés en el que quizás sea el mayor desafío de su carrera, y LeBron se agiganta en los momentos más complicados.