No solo los grandes nombres dan los títulos. Ayudan mucho, pero necesitan un acompañamiento a la altura, o por lo menos que en los días más grises den el do de pecho. Es el principal problema que ha tenido el PSG todos los años. Un equipo muy descompensado, grandes estrellas junto a jugadores de muy bajo nivel o totalmente inexpertos, que es lo que se evidenció una vez más anoche. Un equipo con la mejor delantera posible casi, pero con un centro del campo y una defensa que dejan mucho que desear. Y cuando sus estrellas ofensivas no rinden, el equipo no sabe dar un paso adelante ni aguantar ante equipos de entidad. El Bayern, lejos de sus mejores épocas de nombre de plantilla le ha pasado por encima en ambos partidos con suficiencia aplastante.
Otra vez más el PSG se va en octavos de la Champions, todo por no ser capaz de ganar ninguno de los dos partidos de la fase de grupos al Benfica, que le quitó la primera plaza de grupo por tener mejor golaverage. Las lesiones tampoco le han ayudado, Mbappé en la ida llegó entre algodones y sólo pudo jugar los últimos minutos de partido, y en la vuelta Neymar no pudo ni participar. El mercado veraniego dejó una buena noticia con la continuidad del Mbappé en el club, pero dejó muchas dudas con los fichajes claramente innecesarios y muy alejados del nivel que se tiene en otras líneas el PSG de Fabián, Carlos Soler o Renato Sanches. Jugadores muy alejados de los de mejor nivel en su posición en Europa, y en una posición clave del campo, donde se decide el rumbo de los partidos y se imponen los equipos.
De nuevo las dudas asaltarán un proyecto cada vez menos apetecible, con un vestuario cada vez más ingobernable, con una dirección deportiva dividida, Antero Henrique y Luis Campos (ambos llegados en verano también) mantienen una disputa constante y no han llegado a ningún acuerdo en ninguno de los fichajes, siendo Henrique el que se ha impuesto finalmente. Otro fracaso más, donde con el equipo fuera de la Copa también (le apeó el Marsella) sólo le queda de nuevo a inicios de Marzo el insípido título de la Ligue 1. Y los rumores sobre la marcha de Mbappé, la renovación de Messi (desaparecido en el global de la eliminatoria una vez más) y de Ramos o la venta de Neymar serán una vez más lo que rellenará unos meses que harán muy largos en París otro año más. Y ya van…