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Se acabó

Es definitivo, tras varios años de demostración ha quedado más que claro que la herramienta de videoarbitraje más conocida como VAR ha quedado en evidencia y ha puesto de manifiesto que no sirve de absolutamente nada. Yo era firme defensor de esta tecnología que me parecía que iba a ayudar de manera considerable al arbitraje y a reducir de manera considerable los errores groseros en cada partido. Pero después de varios años de uso ha generado mas incertidumbre y polémicas nuevas que subsanar las antiguas.

El mayor problema que tiene el VAR es que ya nadie sabe cuando va a intervenir o no, el criterio sigue siendo imparcial, en base a otro árbitro, lo que no ayuda. Esta misma jornada sin ir más lejos se ha visto el principal problema, en el Real Madrid Leganés un inexistente penalti sobre Arda Güller fue sancionado y el VAR no intervino (pese a que es claramente un error del árbitro), mientras que en Cornellá, el Barcelona, de una falta clara que finalmente fue dentro del área vio como no solo se le anulaba la falta y luego el penalti, sino que encima le dieron balón a favor del Gerona.

Con acciones de este tipo la veracidad de la herramienta queda en entredicho, y no entro en la lista de fallos clamorosos solo de este año, el criterio del aviso de manos que sigue sin quedar claro a nadie pese a que temporada tras temporada al inicio hay una reunión de unificación de criterios con los equipos. La sensación de estar el partido parado (donde el árbitro debería analizar la acción o seguir) para nada, solo de pérdida de tiempo es el pan de cada día en el fútbol. Se suponía que iba a a intervenir poco y bien, y al final entorpece, ralentiza y encima no ayuda. Yo optaría a quitarlo ya que no se está sabiendo utilizar la herramienta y está generando un daño irreparable en el fútbol.

Objetivo claro

En el Atlético de Madrid se avecinan cambios este verano, la gran inversión de este verano no se detendrá y algunos jugadores que parecen eternos pondrán fin a su estancia en el Metropolitano. El caso más especial por su relevancia es el de Antoine Griezmann, santo y seña de este equipo, máximo goleador de su historia, y claramente mejor jugador que ha vestido la rojiblanca. Su calidad no está en duda, pero su físico no ha llegado a esta segunda parte de la temporada, y la exigencia y sin recambio de nivel, el galo ha «desaparecido» en estos últimos meses de competición y por su importancia se le dejará que sea él quien tome la decisión este verano. Los Koke, Witsel, Reinildo o Azpilicueta también parecen que tienen las horas contadas en el equipo, en el caso del capitán, como con Griezmann, será él quién decida si continúa un año más en el equipo, sabiendo su nuevo rol de suplente.

Y el relevo y objetivo para el club rojiblanco debe estar claro. Álex Baena es la pieza a la que debería aspirar el equipo rojiblanco si quiere dar ese salto y asentar el equipo para tener una base más que competitiva. Pese a que debe contratar mínimo un lateral izquierdo y un 5, la figura de Baena se antoja imprescindible par sustituir el hueco que va a dejar Griezmann en el equipo. El de Almería es la opción perfecta por calidad, adaptación y proyección para los años venideros. Es una opción que encaja como un guante para este equipo y que debería ser el objetivo primordial para este verano, sin ningún tipo de excusas. Ya ha sido campeón de la Eurocopa en verano y del oro olímpico con la selección, y además de rejuvenecer la plantilla volvería a dejar notar presencia rojiblanca en la selección nacional, ya que los colchoneros sólo aportan a día de hoy a Le Normand. Además tiene amistad con Pablo Barrios lo que ayudaría a su entrada al vestuario y su aclimatación sería mucho más sencilla.

Adulterar la competición

Fin a la fecha de aplazamiento del Barcelona-Osasuna, la LFP con Tebas ha decidido colocar el partido en una fecha inusual, inaudita y que atenta contra la competitividad y la calidad de partidos de la liga. Una decisión que no admite excusas, que no tiene justificación y que adultera la competición de manera deliberada por el máximo mandatario del campeonato, que luego no puede presumir de su liga si hace que los mejores activos de los equipo no puedan participar en los partidos por decisión suya.

Ni Barcelona ni Osasuna estaban de acuerdo en jugar el partido en esta fecha, de hecho el Osasuna tenía su compromiso liguero el viernes ante el Athletic, para que pudiera tener tiempo el equipo vasco de preparar su duelo ante el Rangers de Europa League, y ahora se disputará el domingo. El Barcelona por su parte, tendrá que hacer malabares para que sus internacionales puedan llegar a la hora de partido, ya no que lo disputen sino que lleguen para poder estar en el banquillo. Los casos de Raphinha y de Araújo, dos jugadores más que claves del equipo dejan de manifiesto esto.

Tebas se ha pasado de listo en esta ocasión, quizás dolido todavía por la victoria de los culés en el caso de Dani Olmo, se venganza se ha consumado con esto. Siempre ha demostrado ser una persona vengativa y rencorosa, pero lo de esta medida es injustificable y debería abrir los ojos para futuras elecciones de alguien que ha convertido su puesto en su coto privado para hacer y deshacer a su antojo (obligando a los acuerdos de CVC de hace unos años, o siendo el mandatario de la liga que más cobra de todas las ligas, triplicando al segundo). Medidas así son peligrosas, y sobre todo hacen que no compitan todos los equipos en las mismas condiciones por una mala planificación de su gestor.

Un nuevo desastre

Da igual cuando leas esto en los última década, siempre se refiere al ManU, y siempre hay un escalón más abajo para la situación de este histórico club, Es inconcebible como una entidad de la magnitud y los recursos del Manchester United se encuentre en la situación en la que está, desde hace tanto tiempo y dispendiando una obscenidad de dinero por jugadores que no son más que descartes a los pocos meses. Ni siquiera intentar enderezar el rumbo y darle continuidad al holandés Ten Hag a final de la temporada pasada ha servido para una campaña decente, ni el cambio de rumbo con fichaje millonario de entrenador con Ruben Amorim al frente tras su buen trabajo en el Sporting de Lisboa han podido frenar esta caída a los pozos más profundos de su historia.

Se está consumando la peor temporada en la era premier para los red devils, con números sólo superiores a temporadas de descenso, sin rumbo, con deudas e hipotecados hasta el fondo con contratos y fichajes tóxicos y de muy poco rendimiento, que condicionan además las nuevas llegadas y contagian y embarran el ambiente hasta límites ya paranormales. Los casos de Sancho o McTominay son claros, pero incluso el de Antony, con solo un mes en el Betis ya ha puesto de manifiesto que el problema en Old Trafford es más profundo, y que se requiere paciencia y una limpia importante para poder volver a arriba a este equipo.

Amorim ya lo está comentando en ruedas de prensa, la movilidad financiera del club no es grande, pero va a haber movimientos, sin tener en cuenta nombres i peso en el equipo, nadie es imprescindible en un conjunto que tras el descalabro ante el Tottenham de este domingo ya solo tiene la Europa League como competición posible de competir (está a 13 puntos de los puestos europeos en Premier), y que es su única vía para disputar la Champions el año que viene, una utopía a día de hoy. Este verano se presenta como una oportunidad posible de rearmarse y volver a los puestos del big 6 al que hace tiempo dejó de pertenecer.

Todos en vilo

El Real Madrid vive pendiente de la posible participación o no de Valverde para el Martes en Champions. Con la baja de Bellingham más la participación de los 90 minutos de Modric en el Benito Villamarín, las opciones de Carletto son escasas en el medio y en el lateral derecho, las zonas más flojas de este Madrid. Con el uruguayo tiene un 2 en uno, pudiendo jugar tanto de lateral como de cualquiera de las tres posiciones en el medio, dando muchas posibilidades al técnico y variantes a lo largo del partido en función de cómo se vaya desarrollando.

Pero ahora mismo sus posibilidades de participar están en el aire, ya que en la sesión del domingo no pudo participar con el resto de compañeros, lo que ha levantado la alerta en el cuerpo técnico. Haber forzado para jugar la vuelta contra el City le puede salir muy caro al jugador y al Madrid en caso de que finalmente no pueda participar en el importantísimo duelo de octavos. Pintus deberá volver a hacer de sus milagros para que pueda estar el 8 a disposición del italiano y quitarle un quebradero de cabeza más.

Con el 8 en el campo, la pinta del equipo, juntando a Valverde con Camavinga y Tchouameni es otra, además de poder meterle por Lucas en el lateral por si quiere hacer un último asedio en los minutos finales de partido. Muchas posibilidades y una duda muy grande, en función del entrenamiento de hoy se decidirá si puede participar finalmente, y de poder hacerlo habrá que ver en qué condiciones. El partido ya ha comenzado para el Madrid sabedor de la importancia de su participación.

Que pasa con Casadó

Si se pregunta por la mayor irrupción que se ha producido en el fútbol español de esta temporada, hasta hace unos días todo el mundo coincidiría en un nombre: Marc Casadó. La última perla sacada de la Masía, resiliente a la lesión de Marc Bernal a comienzo de temporada y que aprovechó como nadie su salto al primer equipo, se encuentra a día de hoy inexplicablemente desnortado. Las medidas de Flick, capaz de haber sacado su mejor versión, hacen ahora que el jugador no sepa muy bien su rol y posición en la plantilla.

Suplente ahora mismo para el técnico alemán de Frenkie de Jong, su participación en el once comienza a ser residual, sin haber bajado su rendimiento sobre el verde, lo que hace pensar algún conflicto con el entrenador, al que ya hemos visto que no le tiembla el pulso a la hora de sentar a jugadores por mínima que sea la indisciplina (casos de Iñaki Peña, Koundé….) y que en este caso parece que está aplicando de nuevo.

Volver a ganarse la confianza de Flick y entrar de nuevo en el once del Barcelona es una misión para un Casadó que ya había entrado en las convocatorias con la selección absoluta y que parecía fijo junto a Pedri en el centro del campo culé. Los resultados del equipo sin él tampoco han podido ser mejores, con dos empates y el resto de victorias desde la vuelta de navidades, el equipo ha vuelto al liderato de la liga y clasificado como segundo en la fase de la Champions, por lo que sus argumentos deben ser en el entrenamiento para volver a ver ese jugador que enamoró a todo el fútbol español en tan solo unos meses.

Absurda regla no escrita

Las semifinales de la Copa del Rey han traído emoción, suspense, alegrías y decepciones a partes iguales. Como siempre pasa en este torneo las emociones se viven muy intensamente debido a lo corto de la competición y la mejora que ha supuesto las eliminatorias a un solo partido. Se nota mucho que ha ganado el torneo con esta medida y los clubes así han decidido tomárselo más en serio.

Pero con todo esto viene también la decisión semi moderna de situar al portero suplente si o si bajo palos por norma en la Copa. Tanto Oblak como Courtois, los mejores porteros de la actualidad con diferencia sobre el resto, vieron sus respectivos partidos desde el banquillo, dando una ventaja sustancial al rival con esta medida. No tiene ninguna lógica, ya que es como si al mejor jugador del equipo por norma fuese suplente todos los partidos del torneo, algo estúpido y absurdo que no beneficia a su equipo y que encima da ventaja el al rival.

Ya son varios años de los grandes clubes haciendo esta distinción, que no beneficia el rendimiento bajo palos y que encima crea malestar en el portero titular. Tanto Lunin como Musso tuvieron actuaciones sobrias cumplieron, pero la sensación de la hinchada es de ventaja hacia el rival con esto. Deberían darle una vuelta los entrenadores a estas medidas, en rondas previas, con rivales de menos categoría y exigencia es lógico esta medida, pero a medida que se avanza en el torneo no debería ser una decisión inamovible.

Lo esperado

Vuelta a la realidad para un Joao Félix que hace mucho dejó de ser promesa a ser uno de los fracasos más sonados de la historia. Un jugador que nunca ha despegado en ningún club, que su propio personaje y su actitud entre indolente como de niño mimado han terminando devorando al jugador que apuntaba a ser y que le han condenado al ostracismo más absoluto y ya sin paraguas en forma de entrenador que tenía, pasando en el último año por hasta cinco clubes sin destacar en ninguno.

Su club actual (aunque es en forma de cedido) el A.C. Milán, ya sabe lo que es Joao Félix. Su seña de identidad es la de siempre, ilusión en su fichaje, gol en su debut y críticas y desaparición al tercer partido. Esto ya lo habían vivido el Atlético, el Chelsea (hasta en dos etapas), el Barcelona y ahora el equipo lombardo. Un club en llamas que ya ha puesto su punto de mira en el de Viseu, al que se le han agotado ya todas las oportunidades y esperanzas de éxito por parte de cualquier directivo.

Una nueva derrota dolorosa del Milán, tras el fracaso de la Champions ante el Feyenoord, donde ya Joao escuchó los primeros pitos, esta vez ante el Torino en otro partido para el olvido desató todas las hostilidades de seguidores como de periodistas que cubren al equipo. Ya no hay excusas, no ha triunfado en un Atlético huérfano de Griezmann tras su espantada, no hay cuajado en la reconstrucción de un Chelsea con necesidad de alegrías y caras nuevas, no ha triunfado en el peor Barcelona que se recuerda en cuanto a plantel y nombres, y por supuesto no ha triunfado en un Milán carente de toda calidad en la plantilla y con un entrenador de nuevo entregado a su jugador, al que de nuevo ha dejado mal.

Lo peor de todo es que al ser solo cesión volverá al Chelsea donde se marchó en esta ventana al no tener minutos por la competencia en su puesto, sin venir reforzado y sin nada con lo que reivindicarse el ocaso de un jugador de 25 años es más realidad que nunca. Una historia que nadie quería ver pero que se ha hecho más que realidad y que ha dado a muchos la razón y ha dejado en mal lugar a un jugador que sin Jorge Mendes a cargo de su carrera no habría llegado tan lejos ni habría tenido tanta repercusión, porque jamás llegó a demostrar ni la mitad del importe de los traspasos que generó.

Ni compitió

Como ya se aventuraba en la previa del partido entre Real Madrid y City, el equipo de Ancelotti aplastó sin piedad a los citizens, con mucha superioridad y contundencia, quizás incluso más de la esperada, y sin que el City diera en ningún momento la más mínima señal de poder revertir la situación. Tanta fue la tranquilidad, que ya en el minuto 3 de partido los bancos iban por delante en el marcador merced a un nuevo despropósito defensivo que se une a la gruesa lista de este año (están cerca de ir a uno por partido).

Ya se intuía en la previa, con la baja confirmada de Haaland, que los de Guardiola no iban a producir mucho peligro. Pero lo más preocupante quizás fue la actitud, se veía a un equipo sin alma, que estaba en el verde por estar, no creía en ningún momento en sus posibilidades, y que llegó hasta a dar lástima en ciertos momentos persiguiendo sombras y recogiendo pelotas de su red. Una sombra del equipo que fue y que por más que ha invertido dinero en esta ventana invernal, no parece que haya cambiado mucho el rumbo en los partidos importantes y que de seguir así va a sufrir para entrar de nuevo en la Champions el año que viene.

Todo se achaca casi exclusivamente a la baja de Rodri Hernández, pero es imposible que un equipo tenga este bajón de un año a otro solamente por la baja de un jugador, quizás el mejor o más importante, pero al fin y al cabo es solo uno. Guardiola ha vuelto a demostrar que es un técnico que si no tiene a los mejores jugadores no sabe competir en partidos en los que no está en ventaja, no sabe ganar si no tiene la mano ganadora en cuanto a fichas y eso es algo que hay que achacarle, tiene una plantilla para competir al Real Madrid, quizás no para ganarle la eliminatoria, pero si para haber competido de verdad y no haber hecho un paripé extraño que es lo que ha sido este cruce de dieciseisavos.

No va más

Ayer saltó la bomba de la investigación en la que se está viendo involucrado el árbitro Munuera Montero. Casualmente es el árbitro que expulsó a Jude Bellingham este sábado en el Sadar, y pitó un correcto penalti a favor de Osasuna previo aviso del VAR. Tras una actuación correcta, que solo el Real Madrid ha considerado flagrante (como siempre cuando tiene una derrota este año), se ha visto involucrado en este proceso de la noche a la mañana. Y mientras tanto y hasta que se esclarezca todo ha sido suspendido de arbitrar hasta nueva orden, dejando claro el mensaje que quería el Real Madrid, claramente detrás de todo esto, y es que si expulsas a algún jugador del Real Madrid dejas de arbitrar, y en este caso han ido mas allá y han atacado incluso a la vida privada del trencilla.

Pero lo más curioso es que Munuera Montero fue el mismo árbitro que cometió hasta cuatro errores clamorosos en los octavos de Copa del Rey en el Santiago Bernabéu, en el partido Real Madrid-Celta, todos a favor del conjunto blanco que consiguió un pase totalmente inmerecido y favorecido por las decisiones del colegiado. Ahí tras el partido la prensa solo mencionó como «susto» lo cerca que estuvo el Celta de apear al Madrid en su estadio (le llevó pese a todo a la prórroga), y no se comentó ni una sola acción ni un solo calificativo hacia el mismo árbitro que ahora es poco menos que el demonio para la prensa en la actualidad.

El Real Madrid ha decidido adoptar una actitud más agresiva, ya no le basta con los videos semanales en su canal de televisión desprestigiando al árbitro designado para su partido, no les vale con un comunicado donde calificó a todo el sistema de corrupto, ese sistema del que se lleva beneficiando años, sino que ahora consigue destruir reputaciones y arruinar vidas privadas de los árbitros que le arbitren si no se hace lo que ellos consideran correcto. Muy peligroso este precedente, y más tras ser apoyado por la Liga y la FEF, que han dejado al árbitro solo de momento sin posicionarse ni defenderle, que si no recuerdo mal, alguien es inocente hasta que se demuestre lo contrario.