Todas las entradas de: Rober

Difícil Comienzo

El Liverpool se ha convertido este verano en el gran animador del mercado, con las llegadas de los tres fichajes más caros de su historia (Isak, Wirtz y Ekitike), los red afrontan un año crucial para continuar su dominio en Premier, donde ganaron de manera sobrada el torneo el año pasado, como en Europa, donde una ajustadísima eliminatoria ante el PSG les apeó de la competición en octavos. No se resintieron de la marcha de Klopp, ya que la llegada de Slot fue indolora, con el equipo volando sobre todo los primeros meses de competición.

Pero ahora en el segundo año del técnico holandés, y con el equipo ya ajustado a su estilo, cambiando extremos puros por más imaginación entre líneas el equipo inglés atraviesa un bache importante, con derrotas dolorosas tanto en Premier ante el Palace y Chelsea como en la Champions, donde cayeron en Estambul ante el Galatasaray. Empieza a haber dudas en torno a la integración de ambos fichajes ya que de momento no han brillado como se espera, es pronto todavía, pero entre que no llegan los resultados y que ha cambiado el estilo del equipo, las dudas son lógicas.

También el buen rendimiento de Ekitike, que juega en la misma posición que Isak llena de dudas las alineaciones del equipo. Encajar a ambos con Wirtz por detrás es uno de los objetivos del ex del Feyenord, que está cambiando en cada partido la alineación inicial para intentar dar con la tecla definitiva. Al inicio, se ganaron muchos puntos en los últimos instantes de los partidos, pero eso fue un salvavidas que no dura eternamente. El Arsenal les pisa los talones, y el City, pese a ser todavía irregular también está en la pelea por una Premier más ajustada que nunca y en la que el Liverpool va a necesitar a sus fichajes al máximo cuanto antes.

Grietas en la gestión

El Real Madrid siempre ha presumido de títulos y de una gestión de club impecable, pero el relato se está viniendo abajo con severidad. Tras el fracaso más que estrepitoso del Nuevo Bernabéu donde se triplicó el presupuesto inicial y donde nada ha cumplido las expectativas ni monetarias ni estéticas, siendo el centro de los memes de todo el mundo por el resultado, ahora sale a la palestra la posibilidad de vender el 49% del club a empresas externas merced al ahogo económico que sufre el club debido a los gastos realizados sin poder obtener los beneficios esperados por ello. Ningún concierto, la imposibilidad de abrir el sky bar con la cancelación de la palanca americana que se había presupuestado, y los gastos en primas de fichajes de algunos agentes libres han terminado de ahogar al club blanco.

Como solución al problema del estadio se volvió a repetir la historia del 2000 con una recalificación por parte del gobierno de Madrid para salvar por segunda vez al club, vendiendo por el doble del dinero del que vale un terreno de su ciudad deportiva, en una maniobra que debería revisarse por parte de las autoridades competentes. Y ni con eso parece que el club saca la cabeza del pozo, y se plantea convertirse en parte en SAD, sacando a bolsa el club y vendiendo el 49% del mismo a empresas externas que aporten el dinero y dejando el 51% en manos de los socios. Dicen que como el modelo del Bayern, pero los de baviera solo venden el 25% del club y a empresas con sedes en Múnich. No es lo mismo para nada.

Un club que siempre ha criticado las palancas del archienemigo Barcelona y que ahora que lo van a realizar o se lo plantean lo venden como maniobra magistral de gestión de un Florentino que está pinchando en hueso últimamente, con fracaso de la Superliga incluido. La inversión además en este verano ha sido muy fuerte, por lo que se espera además éxito deportivo tras la floja temporada del año pasado. Y si a eso se le une la campaña que está liderando el club contra los árbitros con un papel de víctima que nadie se cree, está dañando la imagen del club a nivel internacional seriamente. Un daño doble que va a ser difícil de reparar. Por mucho que la prensa de Madrid tape y camufle muchas de las decisiones tomadas, cada vez son más los que destapan las chapuzas que se están haciendo por detrás en el club blanco.

Respeto a Hansi

Mucho he estado leyendo estos días en contra de Hansi Flick y su equipo. Que si su estilo ya no vale o que si le han tomado la medida los rivales son algunos de los titulares y noticias que han circulado entre las derrotas ante el PSG y el Sevilla de este domingo. Poca memoria para un entrenador que cuando llegó el año pasado al Barcelona, el equipo naufragaba en citas importantes, no podía competir contra el Real Madrid y que en dos años completos sólo ha fichado a Dani Olmo, Joan García, Marcus Rashford y Roony Barghdy. Con muy poco hizo mucho, elevó el valor de todos los jugadores del plantel, recuperó para la causa jugadores defenestrados como Raphinha (al que por momentos mereció ganar el balón de oro) De Jong, Eric García e incluso Ferrán Torres. Sacó ases de la manga como Casadó o Bernal (hasta que se lesionó de gravedad en Vallecas), compitió en momentos importantes de la temporada (final de Copa incluida) con Gerard Martín de lateral izquierdo titular o con Eric como su lateral derecho.

Se ha ganado el respeto mundial ya no solo por hacer del Barcelona una máquina de golear el año pasado, ganar todas las competiciones domésticas donde participaba (con goleadas muy sonadas en cada clásico ante el Madrid) y llevar al Barcelona hasta las semifinales de Champions compitiendo como hacía mucho no se veía en el equipo y lo más importante, borrando de la memoria el miedo escénico que se había apoderado del club en los momentos importantes de la Champions y que ya hacían hasta de barrera psicológica. Algo que es de valorar y que no es baladí viendo las últimas eliminaciones europeas del conjunto catalán, donde fue eliminado por Manchester United o Eintracht de Frankfurt los últimos años. Además ha dotado al equipo de un espíritu inquebrantable que le hace no venirse abajo nunca, pese a ir muy por debajo en el marcador y haber remontado partidos imposibles como el del Metropolitano con dos goles abajo en el minuto 70, el clásico en Montjuic con 2 goles de Mbappé en los primeros minutos y jugándose media liga, o la Final de Copa. Le da igual el rival, el marcador o como se ponga el partido, el equipo ataca sin piedad hasta derribar el muro rival.

Es cierto que las sensaciones de esta última semana no son buenas, dos derrotas duras, pero distintas. Si ante el PSG el equipo tuvo 30 minutos de fútbol brillante, lo que duró el físico de un Lamine que llegaba entre algodones y acabó lesionado, ante el Sevilla el partido fue bochornoso. Lo más extraño es que ambos partidos los tuvo para ganar, con ocasiones muy claras desperdiciadas, especialmente en el Pizjuán con un penalti errado y con un mano a mano de Roony que erró incomprensiblemente. Un mal partido unido a una plaga de bajas importante que hace de la ya de por si plantilla corta del club un problema mayúsculo para poder intervenir con los cambios. Ante el PSG sólo pudo introducir a Lewandowski como arma, y ante el Sevilla ni eso, solo a un Barghdy al que todavía le quedan grande partidos de este tipo y a un Balde que volvía de un mes de inactividad. Este parón va a venir bien para recuperar oxígeno, refrescar mente y recuperar a jugadores para la causa ahora que se viene el primer clásico de la temporada, que ya se adivina como fundamental.

Demasiado VAR

Otra jornada más de liga donde el protagonista principal del partido más importante de la jornada es el VAR y no el fútbol. En el Sevilla Barcelona, la acción más polémica del partido, Isaac Romero finge una falta en el área y el árbitro no decreta nada, pero tras llamada del VAR (donde Gil Manzano demuestra que es muy malo tanto en directo como en los monitores) revisó y decretó un penalti que es inexistente se mire por donde se mire.

Hay que empezar a pedir más explicaciones a estas intervenciones por parte de la sala de videoarbitraje, porque sus intervenciones, lejos de ayudar y dar apoyo al colegiado, están siendo intervencionistas en extremo en acciones dudosas. Ya en solo ocho jornadas de liga son varias las llamadas rigurosas que han recibido los colegiados a lo largo de los partidos y que no deberían de haberse producido. El VAR está para jugadas muy claras que no se hayan sancionado, no para enseñar un frame donde puede considerarse algo en la acción. Esto no es fútbol y así no se puede seguir.

Cada vez son más los jugadores y entrenadores desconcertados ante las decisiones desde las Rozas, donde cada partido sigue un criterio distinto, y no se sigue las direcciones que se marcan al principio de cada temporada en las reuniones con jugadores pertinentes. O se empieza a ser riguroso y selectivo con las intervenciones o nos vamos a cargar el fútbol tal y como lo conocemos y se pasará a un circo de pausas y revisiones absurdas donde todo parado y cámara lenta se magnifica sobremanera. Hay que tomar medidas al respecto si queremos seguir disfrutando del deporte y no de un show esperpéntico.

Pánico total al otro 10

No es normal el nivel de ataque mediático al que se está sometiendo a Lamine Yamal desde Madrid desde hace ya un tiempo. El mayor talento que hay en la actualidad, segundo en la votación a baló de oro con 18 años recién cumplidos, siendo el líder de un Barcelona que ganó tres competiciones y se quedó a las puertas de la Final de la Champions, está siendo sometido desde el bando madridista y su maquinaria de prensa a una campaña de persecución y desprestigio constante para tratar de empañar lo que se adivina como una carrera prometedora de un jugador que está batiendo todos los registros de precocidad habidos y por haber, y del que lo más increíble de todo es que no se le adivina techo.

Soy un firme creyente de que por muy alto que llegue Lamine, el techo de Messi va a ser inalcanzable para él, pero que va a dominar el panorama futbolístico de la actualidad a día de hoy es algo evidente y cada día queda más claro. Lo más extraño es que siendo español y representando a España, no se le de de crédito y el merecimiento que se debe a una figura de su magnitud. Los Haaland o Mbappé no paran de recibir elogios por sus récords de goles y rotura de estadísticas, cuando Lamine está ya compitiendo a su nivel con 8 años menos que el noruego y el francés.

La última gota fue tras su partido ante el PSG, quizá el equipo más completo y en forma de Europa a día de hoy, con el mejor lateral izquierdo del mundo en sus filas. Pues aún así Lamine se las arregló para brindar veinte minutos con una jugada de ensueño y haber forzado claramente su expulsión (le perdonaron de manera vergonzosa la segunda amarilla a Nuno Mendes) tras tres semanas lesionado y ser su primera titularidad tras ese tiempo parado con 18 años. Pues aún así todos los titulares eran cargando contra él, atacándole sin piedad y casi culpándole de la derrota.

Esto solo me da que pensar que hay mucho pánico a verse sometido durante más de una década a un talento único, surgido de nuevo de la cantera del Barcelona, y que por muchos millones que inviertan el resto nunca van a tener a alguien como él. Y hay que darse cuenta de que España por fin tiene un talento mundial desequilibrante, un jugador llamado a marcar época con la camiseta de la selección española y dar a España el hueco que merece en los títulos individuales de jugadores como se merece desde hace mucho tiempo. Menos miedo y más disfrutar del nuevo 10.

Qué dura es la Champions

Nueva jornada de Champions y nueva derrota del Athletic, esta vez ante el Borussia donde se vieron las costuras a un equipo que el año pasado compitió bien en dos competiciones, pero que está viendo las dificultades de los partidos intersemanales ante los grandes de Europa. Es cierto que el sorteo no fue bueno para los bilbaínos, con un inicio durísimo y salidas complejas ante rivales del bombo tercero como Newcastle o Atalanta, y recibir todavía al campeón PSG (que ayer dio otra vez muestra de que sigue en plena forma) en San Mamés.

Duro panorama para un equipo que empezó con mal juego pero ganando los tres primeros partidos ligueros, pero que se ha venido abajo en los siguientes siete partidos con seis derrotas y un empate, dejando un panorama desolador, y la sensación de que no da para competir las dos competiciones de máximo nivel. Para ser justos el bajón coincide con la lesión de su mejor jugador Nico Williams, pero no se puede achacar todo a una sola baja (en el último partido se sumó también la de Sancet) para justificar este bajón. Un equipo que era una roca en defensa el año pasado, que fue de los equipos menos goleados de Europa y que basaba su juego en su solidez defensiva y un ritmo físico altísimo.

Pero se ha juntado que el equipo no está a su mejor nivel, la sanción a Yeray no ha ayudado defensivamente, que jugar entre semana ante rivales de máxima entidad desgasta mucho para la liga, y que en los momentos clave la suerte les ha esquivado, como ante el Alavés, donde el gol de la victoria de los de Vitoria fue una carambola difícil de repetir. Con el formato actual que se clasifican los veinticuatro primeros hay posibilidades reales todavía, pero se está complicando mucho porque as sensaciones no pueden ser peores en los últimos partidos.

El calendario ahora es benévolo, los siguientes tres partidos son ante rivales inferiores, incluidos un Qarabag que pese a haber ganado sus dos primeros partidos visita San Mamés donde no deben sumar ningún punto en circunstancias normales. A eso y al parón ahora de selecciones tras el fin de semana deben aferrarse los de Valverde para recuperar el norte, afianzar los puntos fuertes y competir como el año pasado, siendo ellos mismos y no dejarse puntos asequibles por el camino.

Matchball Salvado

El Atlético jugó su mejor partido de la temporada y de los últimos años justo en el momento más delicado de la era Simeone. Justo cuando era un todo o nada para el proyecto construido en verano y que amenazaba con hacer tambalear los cimientos y estructuras construidas pro el técnico argentino a lo largo de estos ya 13 años al frente del club. Y eso que el reto era difícil, ante el Real Madrid, en un derbi de altura, a nueve puntos de los blancos que contaban todas sus jornadas por victorias, con muchas baja importantes en el equipo (Baena recién salido de mes y medio de baja y Almada, Cardoso y Giménez todavía fuera de la lista) y con sensaciones muy confusas en cuanto a lo que estaba pasando alrededor del equipo. Con un juego y unos méritos demostrados que le hacían ser merecedor de más puntos de los que llevaba en la tabla.

Y con eso la primera parte fue un reflejo del inicio de la temporada rojiblanca, adelantarse en el marcador, ser muy superior a su rival, perdonar ocasiones claras, y en las dos únicas llegadas del rival (que fueron muy facilitadas por los propios atléticos) verse por debajo del marcador. Aún así y pese a la mala fortuna que está acompañando al equipo este año (gol anulado y palo de Julián) consiguió irse al descanso con un valioso empate que le dio alas para afrontar la segunda parte. Un segundo tiempo donde el equipo fue un vendaval sobre los de Xabi Alonso que se vio superado en todo momento y que encajó cinco goles por primera evz en 75 años en partido oficial ante los colchoneros. Por su parte el Atlético salvó la primera gran final de la temporada, se coloca quinto en la clasificación, a seis puntos de Madrid y siete de Barcelona, arreglando parte del mal inicio, y con la autoestima por las nubes tras dos victorias seguidas en liga y con un Julián Álvarez en estado de gracia.

Ahora toca cambiar el chip y llevar las mismas sensaciones de la liga a la Champions, donde tras otro ejercicio de supervivencia empataron el partido ante el Liverpool tras verse dos goles abajo para ver como en la última jugada se les escapa de nuevo el partido. Un mazazo del que debe reponerse cuanto antes para empezar a escalar posiciones en una liguilla de clasificación que no espera a nadie y que donde encadenar dos malos resultados te puede condenar a sufrir cruces durísimos desde las primeras de cambio. De momento el ambiente en Majadahonda es de euforia total y esperan que lleve en volandas al equipo hasta el siguiente parón.

Dura Evidencia

El agónico y necesario triunfo del Atlético de Madrid ante el Rayo Vallecano en la jornada intersemanal, ha dejado muy claro que la confección de la plantilla del Atlético sigue estando descompensada, y aunque se han hecho algunas acometidas interesantes, hay algunas lagunas que no se han subsanado, bien por falta de fichajes, o bien por falta de nivel de los mismos, los problemas recurrentes del equipo de la temporada pasada siguen vigentes en su mayoría en esta campaña.

El mal inicio del equipo, donde ha sumado menos puntos de los merecidos en cada partido, ha evidenciado más claramente de lo debido la mala gestión veraniega de nuevo. Los fichajes de Ruggeri o Pubil, no han convencido lo más mínimo a Simeone, y pese que con el italiano se ha intentado en casi todos los partidos, lo cierto es que hasta Hancko, fichado como central izquierdo está jugando ya por delante de él, incluso Javi Galán ya ha tenido más protagonismo en los últimos partidos que el carrilero italiano, Anfield incluido. Su compatriota Raspadori, más de lo mismo, pese a que Simeone si parece confiar más en él, su nivel unido a su condición de suplente en los últimos tres años en el Nápoles hacen que la inversión de 25 millones realizadas por el club colchonero sean injustificables.

Con los tres más ilusionantes, Cardoso, Baena y Almada, la mala fortuna han hecho que Baena solo haya disputado un partido oficial de rojiblanco, y Almada y Baena han caído también lesionados en las últimas semanas, lo que hace que el equipo sea el mismo prácticamente del año pasado pese a los 8 fichajes veraniegos. Con la vuelta y continuidad de los nuevos, unidos a que el equipo coja algo más de forma, este año ha empezado muy flojo a diferencia del pasado, donde todos los partidos los acababa más entero que sus rivales y merced a ello marcó muchos goles valiosos en cuanto a puntos en los últimos minutos, el equipo debería ser ya lo reconocible que se esperaba tras el verano más movido de fichajes en lo que se recuerda en la parroquia rojiblanca. Pero a día de hoy ala realidad es la que es, con el líder a 9 puntos en liga y con una derrota en Anfield en la Champions.

Perdiendo el norte

El Real Madrid está elaborando un dossier de lo que considera agravios arbitrales recibidos en la Liga para presentar a la UEFA como medida de presión contra los arbitrajes nacionales y el estamento de la Liga en general. Una decisión que confirma la pérdida de rumbo que lleva este club en los últimos tiempos con su rastrera campaña acosadora contra los árbitros semana tras semana en su canal de televisión, sus más que sonadas quejas y campañas publicitarias pro errores en contra (jamás reconoce los tratos a favor) y que parecieron que tuvieron su culmen en el ridículo histórico de amenazar con no presentarse a la final de Copa. Un club que siempre ha presumido de señorío desde tiempos inmemoriales pero que lleva muchos años alejado de ello, por mucho que ellos sigan considerándose así, y que está lastrando la imagen del club tanto a nivel nacional como europeo, donde no engañan a nadie con su papel de víctimas y están generando un grandísimo movimiento de repulsa y mofa a nivel global que no es acorde con la grandez de un club como el Madrid.

A ver en que queda definitivamente este último berrinche injustificado tras el arbitraje del sábado pasado ante la Real Sociedad, donde dicen sentir una persecución por la roja a Huijsen (rigurosa pero con Courtois a 25 metros de su portería es roja), pero obvian en el relato la más que clara obstrucción de Mbappe en el saque de Remiro que acaba en el gol de Güller. La doble vara de ver los arbitrajes es lo que hace que no engañen a nadie ni con su papel de víctima ni con su montaje mediático, que hace que los verdaderos seguidores del club no estén de acuerdo con esta nueva postura de víctimas y están cansados de tanta queja semana si y semana también. La llegada de Xabi Alonso, una versión de Mourinho 2.0 por lo que se ha podido comprobar en los escasos meses que lleva en el cargo no va a ayudar a acercar posturas ni a normalizar ninguna situación, de hecho lo más probable es que se alejen más de lo que ya están tanto de los clubes de la liga (donde siguen sin acudir a las reuniones) como al aficionado neutral.

Indignación absurda

El Athletic Club está viviendo unos días convulsos a raíz de los rumores del posible fichaje de Nico Williams por el Barcelona. El club bilbaíno está haciendo una campaña de victimismo por su parte que no es acorde ni al tamaño del club ni a la política que ellos mismos hacen con los clubes a los que pueden optar por sus fichajes. El Athletic se queja de que el Barcelona quiere pagar la cláusula de el menor de los Williams, cuando ellos hacen lo mismo con la Real Sociedad u Osasuna pro sus fichajes estratégicos, con unas maneras que les han llevado a romper relaciones del todo con el club navarro desde hace años por sus maneras a la hora de fichar.

Ahora que la tostada cae del otro lado, los rojiblancos están haciendo todo lo posible por dinamitar este acuerdo. Ya el año pasado estuvo cerca de suceder, pero en el último momento convencieron a Nico para aguantar un año más con la final de la Europa League en San Mamés con lo que eso significa para el club. Aguantó finalmente pero este año parece convencido de cambiar de aires y el club no parece dispuesto a ponerle ninguna facilidad ni ayudar al canterano a cambiar de aires. Incluso los propios aficionados están ya vandalizando murales y atacando al jugador vía redes sociales con los clásicos calificativos de rata y traidor.

Además desde el club de Lezama quieren monitorizar todo el fichajes, desde el pago de la cláusula hasta la inscripción del jugador como medida de presión al Barcelona por su fichaje, una presión a la que ya se sometieron en su día Javi Martínez o Fernando Llorente, jugadores históricos que salieron por la puerta de atrás y de muy malas maneras (con Javi Martínez teniendo que colarse en las instalaciones de noche saltando la valla de Lezama para recuperar sus pertenencias de la taquilla) por la tozudez de un club que a la hora de vender no da su brazo a torcer pero a la hora de fichar hace lo mismo de lo que ahora se queja, una hipocresía en toda regla.