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Así es muy difícil

Tres puntos vitales para el Atlético en su visita a Eindhoven para el objetivo de la clasificación al top 8 de esta edición de la Champions, pero que no esconde las dificultades de los rojiblancos fuera de casa para sacar adelante partidos. Pese a tener tramos de encuentro muy buenos y gozar de una ventaja de hasta dos goles, se vio con el agua al cuello al final y casi le empatan en la última acción. No da con la tecla Simeone fuera de casa, tras las dolorosas derrotas ligueras ante Barcelona y Athletic a domicilio que le han alejado de la lucha por la liga cuando había recortado puntos a los de arriba en las últimas semanas merced a las seis victorias seguidas ligueras.

Lo de ayer fue victoria balsámica y necesaria, pero que no aleja los fantasmas que sobrevuelan al equipo cada vez que sale de casa y que le están haciendo perder la lucha por todas las competiciones. El desangrado fuera de casa en la liga doméstica es evidente, solo cinco victorias en todo el año 2025 es un bagaje pobrísimo para las aspiraciones de este equipo, y en Champions ayer fue la primera victoria de la temporada fuera (si bien es cierto que las dos salidas anteriores habían sido ante Liverpool y Arsenal) que le da aire y energía para el objetivo de entrar entre esos ocho primeros equipos para saltarse el cruce de dieciseisavos y evitarse un doble duelo de desgaste.

Muchas notas y muchas cosas a corregir en un equipo que si bien supo remontar en un arrebato de rebeldía del equipo y dos goles en cinco minutos que hicieron mucho daño a los holandeses, no supo luego resguardarse con una ventaja cómoda y pidió la hora en más de una ocasión. Saber jugar con el marcador es muy importante en los duelos fuera de casa, y más en Europa, donde los equipos no perdonan y los errores se pagan muy caros. Esta noche la moneda salió cara, pero hay que quedarse con los aspectos a mejorar para que no sea novedad y se convierta en algo habitual el sumar de tres fuera.

Salto necesario

Por fin Miguel ángel Gil Marín ha hecho oficial el secreto a voces de la venta del Atlético de Madrid al fondo Apollo americano. Una inyección económica importantísima para un club que ha crecido de manera exorbitada desde la llegada de Simeone allá por diciembre de 2011, y que ha hecho que el club se haya valorado en más de 2000 millones para los nuevos accionistas. Es el paso que necesitaba el club para afianzarse en la élite definitiva y tratar de tú a tú a cualquier equipo de Europa compitiendo con, a priori, las mismas armas.

Es momento de que Mateu Alemany, el gurú de los despachos que ha firmado el Atlético, frote la lámpara y confeccione lo que tiene que ser una plantilla que luche por todo como principal, no como contendiente como hasta ahora. Si esto va como tiene que ir, se acabaron las excusas, y las exigencias aumentarán de manera exponencial a la confección veraniega de la plantilla. No valen las medias tintas y es momento de poner la carne en el asador, con los buenos mimbres que se tienen actualmente unidos a ese plus que va a aportar el fondo americano que viene con ganas de dar guerra a nivel doméstico y a nivel europeo.

Miguel Ángel realizó ayer el comunicado, donde deja claro que se han decantado por este fondo porque van a respetar los valores del Atlético, sin manchar la esencia del club van a dar un salto cualitativo y dejar de pelear en inferioridad de condiciones, o al menos es la intención de todas las partes. Se consuma así un paso crucial para el club, la liga, y Europa, con un Atlético que además se ha convertido en el principal sponsor de la F1 para los próximos 5 años y que con la ciudad del deporte espera llegar a los ingresos que permitan poder hacer ese desembolso masivo con el que los americanos esperan asaltar todas las competiciones. Sólo el tiempo dirá si ha sido la mejor decisión, pero a priori lo que si debe ser para los atléticos es ilusionante por lo que está por venir.

Momento de reengancharse

Partido clave en las aspiraciones del Atlético en esta Champions, tras haber sacado sólo tres puntos de los nueve disputados. Es cierto que el calendario de inicio de competición no fue nada amable con los colchoneros, con dos salidas complicadísimas, ante Liverpool y Arsenal que se saldaron de vacío para las arcas rojiblancas. Ahora los restantes cinco partidos de competición deben saldarse con victoria a priori de los de Simeone para poder soñar con estar arriba y pelear incluso por entrar en el top 8 que salva la primera eliminatoria de dieciseisavos. Por capacidad y por favoritismo puede sacar esos quince puntos que restan, salvo el partido ante el Inter en el Metropolitano, que debe ganar también según está jugando el equipo en casa, el resto son partidos que es bastante superior a sus rivales.

Pero este formato de Champions trae muchas sorpresas y los favoritos no están fallando como el año pasado, los Bayern, Madrid, PSG, Barça o City ya están encaminando sus clasificaciones y ya están en el top 8, lo que deja pocos huecos par a el resto de contenders que tendrán que luchar por las dos últimas plazas de ese privilegiado top 8. El Atlético cuenta además con el handicap del golaverage, el 4-0 en el Emirates fue doloroso y deja además un problema añadido en caso de empate de puntos con el resto de equipos que debe de subsanar desde hoy, es cierto que el 5-1 al Eintracht alivia un poco esto, pero aún así necesita hoy empezar a sacar ventaja en ese aspecto también.

El rival de hoy es una cenicienta por nombre y experiencia, pero que por jugadores y resultados no lo es tanto, ya el PSV sufrió un 1-3 a manos del campeón de la liga belga que lleva varios años haciendo muy bien las cosas y compitiendo en Conference y Europa League y tras ganar la liga el año pasado ha dado el salto a la mejor competición y no está acusando el salto de categoría, está compitiendo muy bien y pese a ser derrotado por el Inter en la anterior fecha, compitió bastante bien. Compartir dueño con el Brighton donde se están haciendo muy bien las cosas se está notando y el equipo ha crecido una barbaridad estos últimos años (llevaban 90 años sin ganar la liga doméstica). Aún así el Atlético debería dar un golpe sobre la mesa, golear y empezar a encauzar una clasificación donde pese a las dos derrotas el equipo va en la ruta marcada de principio de sorteo, sólo se podía dejar puntos en las visitas a tierras inglesas, ahora toca cumplir en casa.

Preocupación Máxima

Confirmada la lesión de Pedri en el Barcelona, siendo más grave de lo esperado al principio, se atisba un escenario más que preocupante para las próximas semanas en Can Barça. Un equipo que tiene a Gavi, Joan García, Ter Stegen, Christensen, Raphinha, Lewandowski y Dani Olmo lesionados ahora mismo, y con Lamine Yamal, Ferrán, Balde y Fermín recién recuperados y renqueantes todavía de sus lesiones. Un panorama desolador que evidenció en el Bernabéu la poca profundidad de banquillo con la que cuenta Flick actualmente. Un panorama desolador y que preocupa por la racha del equipo, a cinco puntos del Madrid en liga, y con unas jornadas ahora por delante complejas, con la visita del Elche, un equipo recién ascendido pero muy rocos y difícil de jugar, que ya arañó un punto en el Metropolitano este año, y con la vuelta de la Champions de nuevo entre semana.

El equipo médico este año está haciendo aguas por todos lados, con lo bien que funcionó el año pasado, llevando los esfuerzos y las rotaciones al dedillo para evitar estas acumulaciones de lesiones. El equipo ha empezado en baja forma la liga respecto al año pasado, y eso que de los tres grandes ha sido el único que tuvo el verano más largo sin Mundial de Clubes para poder hacer su pretemporada con total normalidad. Se esperaba justo lo contrario, que el equipo fuese como un tiro desde el inicio e intentara sacar la máxima distancia posible desde el primer momento merced a llegar mas descansado y con mejor preparación al inicio, pero nada más lejos de la realidad tras las derrotas en el Pizjuán y Bernabéu y el empate en Vallecas.

Muchas son las voces que se alzan ahora contra Flick y su segundo año en el Bayern, donde pasó del sextete en su primer año a ganar «solo» la liga, la copa las dos supercopas (alemana y europea) y el mundial de clubes. Cierto es que no pudo revalidar la Champions en una eliminatoria marcada por las lesiones claves de Lewandowski y Kimmich ante el PSG que le dejaron fuera del torneo. En Barcelona preocupa que el equipo se caiga y no sea capaz de mantener el ritmo infernal que impuso todos los partidos el año pasado, donde era imposible igualar la intensidad y la pegada de un equipo que enamoró por su forma de jugar a todos. Yo confío plenamente en un entrenador al que veo capaz de gestionar esta situación, de darle la vuelta como ya hizo el año pasado cuando perdió 14 puntos respecto a Madrid y Atlético para luego volver a levantar el vuelo del equipo. Es muy pronto para sacar la voz de alarma, pero si que deberían revisarse el estado de los jugadores para que no se reproduzca otra plaga grande de lesiones, especialmente de las musculares que son las a priori evitables.

Otro poltergeist

Aunque la historia parezca la misma de todas las semanas cuando juega fuer de casa, el Atlético cuajó un buen partido (al menos hasta el minuto 65), llegando incluso a dominar ciertos momentos del partido, pero se vuelve a casa con otra derrota más. La tónica es la misma, sea por lo que sea en cada partido fuera de casa, se vuelve sin victoria, y ya son 6 partidos esta campaña de vacío (3 empates y 3 derrotas en el registro). Un bagaje muy pobre para un equipo que debería aspirar a mucho más y que no está cumpliendo las expectativas fuera del Metropolitano.

Las excusas se acumulan, es verdad que el primer gol del Arsenal viene precedido de una falta inexistente, pero siempre pasa algo en los partidos lejos de Madrid que hacen que el equipo se venga abajo y pierda puntos como tónica habitual. Si bien el Arsenal es un equipazo, líder indiscutible de la Premier y con pleno de victorias en Champions, el cómo se desarrolló el partido hace que quede un regusto amargo en la hinchada rojiblanca, que se vio capaz de superarle en muchos tramos del partido, merced a dos ocasiones clarísimas de Julián Álvarez.

Pero lo que si que no es de recibo son los 7 minutos donde los rojiblancos recibieron 3 goles de manera casi consecutiva en una competición con una liguilla donde el golaverage cuenta mucho y que por dejarse ir así en un partido ya les costó la clasificación en el Mundial de Clubes a los rojiblancos. Esa lección no parecen haberla aprendido dejando una imagen muy pobre de equipo vencido y con los brazos caídos que hace que el resultado sea demasiado abultado para los méritos realizados.

Bien es cierto que una derrota por un gol o por cuatro son cero puntos igualmente, y es a lo que tiene que agarrarse el Atlético que este Lunes visita el Benito Villamarín en la prueba definitiva fuera de casa donde ya no caben excusas, no se pueden cometer tropiezos ya que además se juega el Clásico esta jornada y es el momento perfecto de recortar puntos a uno o a los dos contendientes dependiendo del resultado en el Bernabéu.

Pánico total al otro 10

No es normal el nivel de ataque mediático al que se está sometiendo a Lamine Yamal desde Madrid desde hace ya un tiempo. El mayor talento que hay en la actualidad, segundo en la votación a baló de oro con 18 años recién cumplidos, siendo el líder de un Barcelona que ganó tres competiciones y se quedó a las puertas de la Final de la Champions, está siendo sometido desde el bando madridista y su maquinaria de prensa a una campaña de persecución y desprestigio constante para tratar de empañar lo que se adivina como una carrera prometedora de un jugador que está batiendo todos los registros de precocidad habidos y por haber, y del que lo más increíble de todo es que no se le adivina techo.

Soy un firme creyente de que por muy alto que llegue Lamine, el techo de Messi va a ser inalcanzable para él, pero que va a dominar el panorama futbolístico de la actualidad a día de hoy es algo evidente y cada día queda más claro. Lo más extraño es que siendo español y representando a España, no se le de de crédito y el merecimiento que se debe a una figura de su magnitud. Los Haaland o Mbappé no paran de recibir elogios por sus récords de goles y rotura de estadísticas, cuando Lamine está ya compitiendo a su nivel con 8 años menos que el noruego y el francés.

La última gota fue tras su partido ante el PSG, quizá el equipo más completo y en forma de Europa a día de hoy, con el mejor lateral izquierdo del mundo en sus filas. Pues aún así Lamine se las arregló para brindar veinte minutos con una jugada de ensueño y haber forzado claramente su expulsión (le perdonaron de manera vergonzosa la segunda amarilla a Nuno Mendes) tras tres semanas lesionado y ser su primera titularidad tras ese tiempo parado con 18 años. Pues aún así todos los titulares eran cargando contra él, atacándole sin piedad y casi culpándole de la derrota.

Esto solo me da que pensar que hay mucho pánico a verse sometido durante más de una década a un talento único, surgido de nuevo de la cantera del Barcelona, y que por muchos millones que inviertan el resto nunca van a tener a alguien como él. Y hay que darse cuenta de que España por fin tiene un talento mundial desequilibrante, un jugador llamado a marcar época con la camiseta de la selección española y dar a España el hueco que merece en los títulos individuales de jugadores como se merece desde hace mucho tiempo. Menos miedo y más disfrutar del nuevo 10.

Qué dura es la Champions

Nueva jornada de Champions y nueva derrota del Athletic, esta vez ante el Borussia donde se vieron las costuras a un equipo que el año pasado compitió bien en dos competiciones, pero que está viendo las dificultades de los partidos intersemanales ante los grandes de Europa. Es cierto que el sorteo no fue bueno para los bilbaínos, con un inicio durísimo y salidas complejas ante rivales del bombo tercero como Newcastle o Atalanta, y recibir todavía al campeón PSG (que ayer dio otra vez muestra de que sigue en plena forma) en San Mamés.

Duro panorama para un equipo que empezó con mal juego pero ganando los tres primeros partidos ligueros, pero que se ha venido abajo en los siguientes siete partidos con seis derrotas y un empate, dejando un panorama desolador, y la sensación de que no da para competir las dos competiciones de máximo nivel. Para ser justos el bajón coincide con la lesión de su mejor jugador Nico Williams, pero no se puede achacar todo a una sola baja (en el último partido se sumó también la de Sancet) para justificar este bajón. Un equipo que era una roca en defensa el año pasado, que fue de los equipos menos goleados de Europa y que basaba su juego en su solidez defensiva y un ritmo físico altísimo.

Pero se ha juntado que el equipo no está a su mejor nivel, la sanción a Yeray no ha ayudado defensivamente, que jugar entre semana ante rivales de máxima entidad desgasta mucho para la liga, y que en los momentos clave la suerte les ha esquivado, como ante el Alavés, donde el gol de la victoria de los de Vitoria fue una carambola difícil de repetir. Con el formato actual que se clasifican los veinticuatro primeros hay posibilidades reales todavía, pero se está complicando mucho porque as sensaciones no pueden ser peores en los últimos partidos.

El calendario ahora es benévolo, los siguientes tres partidos son ante rivales inferiores, incluidos un Qarabag que pese a haber ganado sus dos primeros partidos visita San Mamés donde no deben sumar ningún punto en circunstancias normales. A eso y al parón ahora de selecciones tras el fin de semana deben aferrarse los de Valverde para recuperar el norte, afianzar los puntos fuertes y competir como el año pasado, siendo ellos mismos y no dejarse puntos asequibles por el camino.

El escándalo del Siglo XXI

Tan solo unos días después de que el PSG se proclamara campeón de la Champions League, la IFAB, el organismo que rige las normas oficialmente, emitió un comunicado que deja en evidencia lo que todos nos temíamos, que la UEFA aplicó mal la norma del supuesto doble toque de Julián Álvarez, siendo esto un hecho gravísimo por la trascendencia social y monetaria que supone para los equipos. Puso de manifiesto la sensación que todo el mundo tenía tras la decisión del ya señaladísmo polaco Marcziniak, y que oficialmente ha quedado de manifiesto para que no haya dudas.

La prensa madridista está intentado confundir al público y rebajar el escándalo mayúsculo hablando de cambio de norma a partir de ahora, pero la IFAB no dice eso en su comunicado, sino que habla de mala aplicación de la norma por parte de la UEFA y ya no deja lugar al equívoco remarcando de nuevo lo que todos sabíamos, si hay doble toque involuntario (todavía no ha quedado demostrado ni que se produjera el doble toque) y es gol el penalti se repite, no se da por fallido como ocurrió en una revisión que duró menos de 40 segundos en el mayor esperpento que se ha visto de la UEFA en lo que vade siglo.

Para poner de antecedente lo que gira en torno a esta decisión es que se marcó un «supuesto» doble toque en el penalti, y digo doble toque porque no se determina en ninguna toma salvo una que no se vio hasta 18 horas después del partido y del que solo disponía la UEFA y no ninguna retransmisión. Más tarde ese vídeo que mandó la UEFA tras un paso por peritaje electrónico se ha desvelado que está manipulado, y la UEFA se niega a confirmar o mandar el original, lo que no despeja ninguna sospecha sobre un organismo que ha quedado retratado de la manera más bochornosa en el escenario más grande perjudicando de manera irreversible a un club ante su máximo rival una vez más, tras la final de Milán o la eliminatoria del año siguiente. La tecnología avanza, las pruebas aumentan y aún así se siguen tomando decisiones ilegales de la misma manera.

Todos en vilo

El Real Madrid vive pendiente de la posible participación o no de Valverde para el Martes en Champions. Con la baja de Bellingham más la participación de los 90 minutos de Modric en el Benito Villamarín, las opciones de Carletto son escasas en el medio y en el lateral derecho, las zonas más flojas de este Madrid. Con el uruguayo tiene un 2 en uno, pudiendo jugar tanto de lateral como de cualquiera de las tres posiciones en el medio, dando muchas posibilidades al técnico y variantes a lo largo del partido en función de cómo se vaya desarrollando.

Pero ahora mismo sus posibilidades de participar están en el aire, ya que en la sesión del domingo no pudo participar con el resto de compañeros, lo que ha levantado la alerta en el cuerpo técnico. Haber forzado para jugar la vuelta contra el City le puede salir muy caro al jugador y al Madrid en caso de que finalmente no pueda participar en el importantísimo duelo de octavos. Pintus deberá volver a hacer de sus milagros para que pueda estar el 8 a disposición del italiano y quitarle un quebradero de cabeza más.

Con el 8 en el campo, la pinta del equipo, juntando a Valverde con Camavinga y Tchouameni es otra, además de poder meterle por Lucas en el lateral por si quiere hacer un último asedio en los minutos finales de partido. Muchas posibilidades y una duda muy grande, en función del entrenamiento de hoy se decidirá si puede participar finalmente, y de poder hacerlo habrá que ver en qué condiciones. El partido ya ha comenzado para el Madrid sabedor de la importancia de su participación.

Absurda regla no escrita

Las semifinales de la Copa del Rey han traído emoción, suspense, alegrías y decepciones a partes iguales. Como siempre pasa en este torneo las emociones se viven muy intensamente debido a lo corto de la competición y la mejora que ha supuesto las eliminatorias a un solo partido. Se nota mucho que ha ganado el torneo con esta medida y los clubes así han decidido tomárselo más en serio.

Pero con todo esto viene también la decisión semi moderna de situar al portero suplente si o si bajo palos por norma en la Copa. Tanto Oblak como Courtois, los mejores porteros de la actualidad con diferencia sobre el resto, vieron sus respectivos partidos desde el banquillo, dando una ventaja sustancial al rival con esta medida. No tiene ninguna lógica, ya que es como si al mejor jugador del equipo por norma fuese suplente todos los partidos del torneo, algo estúpido y absurdo que no beneficia a su equipo y que encima da ventaja el al rival.

Ya son varios años de los grandes clubes haciendo esta distinción, que no beneficia el rendimiento bajo palos y que encima crea malestar en el portero titular. Tanto Lunin como Musso tuvieron actuaciones sobrias cumplieron, pero la sensación de la hinchada es de ventaja hacia el rival con esto. Deberían darle una vuelta los entrenadores a estas medidas, en rondas previas, con rivales de menos categoría y exigencia es lógico esta medida, pero a medida que se avanza en el torneo no debería ser una decisión inamovible.