Archivo de la categoría: Homenajes

Adiós Mr. Logo

Ayer fue un día triste con la noticia de la muerte de Jerry West. Quizás y por mal que suene se trata del mejor perdedor de la historia de la NBA. Un jugador que sufrió como el que más la dinastía de Bill Russel y los Celtics, que le privaron de 6 anillos en otras tantas finales y de los únicos Knicks campeones con Fraisier y Monroe, que le arrebataron otros dos anillos. Un jugador que finalmente fue campeón de la NBA en 1972, consiguiéndolo contra los Knicks, como colofón a una carrera inigualable y a una elegancia en el juego que le valió para ser la silueta del logo de la NBA. Casi nada.

Un jugador que fue un adelantado a su tiempo, reinventando el juego de escolta y siendo de los primeros jugadores franquicia de un equipo que no ocupara posiciones en la pintura. Estuvo durante vatios años en el primer quinteto de la liga, llegando año tras año a las finales, pero sucumbiendo estrepitosamente contra los Celtics, pero la dupla Auerbach-Russel les amargaron hasta en seis ocasiones, privándoles de la gloria y forjando la mayor rivalidad de la historia de dos franquicias de la NBA. Ni siquiera la llegada del gigante Wilt Chamberlain le ayudó a cambiar la tendencia de vicaritas en las finales, y los Knicks, ante los que consiguió por fin su ansiado anillo, también le amargaron en dos ocasiones en las Finales.

Pero para entender la grandeza de West y para que se sepa que no se arrugaba en los momentos importantes, sino que sufrió el mejor momento de estas dos franquicias históricas en contra, se trata del único jugador que ha ganado el MVP de las Finales jugando para el equipo perdedor. En el año 1969 en la serie ante los Celtis, a los que llevaron a un séptimo partido enfermizo en el ya denostado Forum de Inglewood con la famosa intrahistoria de los globos en el techo esperando la celebración de los Lakers por fin, y que motivó sobremanera a los verdes que arruinaron la fiesta de West y de todo los Ángeles.

Y tras su brillante etapa como jugador ejerció como gran general manager de Lakers, fue el artífice del brillante showtime de la época de Magic Johnson, de la selección de Kobe Bryant en el draft y el fichaje de Shaquille O´Neal por los de amarillo y púrpura, seleccionó además ya en Memphis a Pau Gasol del draft, convirtiéndolo en el primer europeo en ganar el rookie del año, y finalizó hasta su muerte en los Clippers, donde se quedó a medias con un proyecto que parecía que aspiraba a más pero se quedó siempre lejos del objetivo final del anillo. Honores para una de las mayores leyendas de la historia y un hall of fame sin discusión alguna.

El mejor 8

Se confirmó la noticia que nadie quería leer, o al menos, no tan pronto, Toni Kroos confirmó que se retirará a final de temporada tras jugar la final de la Champions y regresar a disputar la Eurocopa de Alemania en Alemania. Un final de película para un jugador de leyenda que se retira en lo más alto de su fútbol, y se va con la misma elegancia que le ha caracterizado siempre en toda su carrera. Un jugador especial, que se ha ganado a aficionados de su equipo y rivales por igual, del que nadie puede decir una sola mala palabra, y que ha sido un ejemplo sobre el verde cada vez que lo ha pisado.

Una rara avis en esta época de futbol moderno donde los valores cada vez se están perdiendo más. Kroos representa esa estirpe de jugador total, que no comete un solo error en el campo (ni fuera de él), que no da una mala patada, con un pie de seda, y que ha manejado el Real Madrid en su época más gloriosa los últimos diez años. Se dice pronto. Un jugador con una trayectoria legendaria, ganador de todos los trofeos posibles, tanto en el Bayern, como en el Madrid y como en Alemania. Un jugador que ha dejado un legado difícil de superar y que ha sido sin hacer ruido el mejor 8 que ha dejado el fútbol.

Se echarán de meno sus pases perfectos de lado a lado del campo, su disparo seco y ajustado desde la frontal, y sobre todo esa manera tan especial de controlar la pelota para con el toque regatear cualquier presión. Disfrutemos estos pocos partidos que nos quedan de un genio que se retira quizás antes de lo que debería, pero que a mí personalmente me gusta la sensación de que se retire estando en lo más alto, no arrastrándose en ligas menores por dinero, dilapidando su imagen. Sino no sería Toni Kroos.

El fin de la tiranía

Con la confirmación de la marcha de Leo Messi al Inter de Miami y su abandono al fútbol de élite europeo se acaba un ciclo maravilloso (quizás el mejor) por su eterna rivalidad con Cristiano Ronaldo. Eran la contraposición perfecta, el jugador tímido contra el histriónico, que recalaran en Madrid y Barcelona no hacía más que acrecentar una rivalidad que siempre llevaron de la mejor manera. Un triunfo para el fútbol español que disfrutó como nunca de la mejor época de ambos equipos, que se veían la cara en todas las competiciones posibles con partidos de una tensión insoportable para cualquiera y que a punto estuvo de llevarse por delante la mejor generación de la selección española por las disputas de estos partidos.

Pero si estos partidos paralizaban el mundo, los epicentros de ambos equipos eran Cristiano Ronaldo Y Leo Messi. Los jugadores que han batido todos los récords habidos y por haber. Dejando las anteriores marcas en anécdotas debido a la superioridad mostrada. Suman 12 balones de oro entre ambos, repartiéndoselos constantemente de forma tiránica durante sus años de prime. Eran imparables cada uno en su estilo, aunque con un Messi que igualaba los registros goleadores de Cristiano pero triplicando sus asistencias. Las Ligas eran una constante lucha de dos (salvo aquel Atlético de Simeone que rompió el duopolio en 2014) con registros de puntos que año tras año se batían, llegando hasta los 100 puntos. Cifra impensable tan solo unos años atrás.

El hueco que dejan es enorme, lo intentarán llenar la nueva hornada de Mbappés, Haalands o Vinicus, pero tristemente su nivel está muy lejos del de estos dos astros que nos brindaron nueve años compartiendo la Liga convirtiéndola en la mejor competición con mucha diferencia sobre el resto. Por mucho dinero que tuviera la Premier el espectáculo estaba siempre en España con los mejores jugadores disputándose año tras año el título, convirtiendo el clásico en casi un día de fiesta mundial, cambiando hasta horarios en otras competiciones para no coincidir. El agujero que nos dejan es casi tan grande como sus estadísticas y logros y ya solo nos queda recordar los momentos favoritos de cada uno con una nostalgia de saber que no van a volver, pero con la felicidad de haber podido disfrutarlos durante tanto tiempo en la cima.

25 años de The Shot

La imagen más icónica de la NBA cumple está de aniversario. 25 años del mejor tiro de la historia del baloncesto y del deporte en general. El mejor colofón para la mejor carrera para el más grande de todos los tiempos. Michael Jordan se despidió del baloncesto (con excepción de su vuelta con los Wizards) con los mejores 42 segundos que ha dado este deporte y todo queda resumida en una imagen para la posteridad. Un estadio rival en la que se puede ver el drama y la desesperación con el balón volando en el aire y con un Jordan cuadrado en un tiro frontal marca de la casa, que significaría el sexto anillo para él y sus Bulls y la segunda derrota consecutiva de los Jazz.

Mucho trasfondo en ese tiro, mucha intrahistoria tras la convulsa última temporada de Jordan en los Bulls, archiconocida ya como the last dance (título que se inventó Phill Jackson al inicio de la misma), en la que tuvo que lidiar con todo tipo de problemas y guerras internas de un equipo que tras seis cinco anillos en siete años tenía ya muchas cuentas pendientes entre ellos. Muchos años al pie del cañón soportando toda la presión posible y saliendo siempre vencedores es algo que desgasta y mucho y llevó a la desintegración tras la extraordinaria canasta que a la postre sería bautizada como the shot.

Un momento que hay que recordar que Jordan jugó sin Pippen, que sufrió una lesión de espalda en la primera jugada del partido, y al que se llegó con 3 puntos abajo por parte de los Bulls antes de la secuencia de 42 segundos. Una bandeja rápida de Jordan, un robo magistral de él mismo a Malone par recuperar la posesión y un último ataque, el último, el que le llevó a su sexto anillo y cerró el círculo de su carrera con su segundo threepeat. En palabras de Andrés Montes comenzó con un bienvenidos al vuelo número 23, aerolíneas Jordan y terminó con el grito de me llamo Michael, Michael Jordan, como Bond, James Bond. Una joya imborrable para cualquier aficionado y que perdurará para siempre en lo más alto del olimpo no sólo del baloncesto sino de cualquier deporte.

ZIao

Con un San Siro rendido y con las lágrimas derramándose por su cara se despidió por sorpresa Zlatan Ibrahimovic del fútbol profesional. Con 41 años y tras una grave lesión, el talento sueco decide colgar las botas tras una carrera de ensueño. Su fuerte carácter y su personalidad única le hicieron ser un jugador diferente al resto. Con una calidad y agilidad insólita para un jugador de 1´93, el sueco siempre dejó huella en todos los clubes en los que estuvo. Ya desde sus inicios en su Mälmo natal dejó huella de lo que se venía. No tenía el menor respeto por los veteranos del club ya con 17 años. Fue capaz además de plantar al mismísimo Arsene Wenger, cuando su fichaje por el Arsenal parecía hecho, y le pidió verle entrenar, a lo que el sueco contestó Zlatan no hace pruebas, y acabó fichando por el Ajax de Amsterdam donde anotó uno de los mejores goles de la historia sin duda.

Su gran Eurocopa de 2004, eliminando a Italia con golazo incluido le hizo saltar a la fama y la Juventus no dudó en ficharlo. Tras el escándalo del caso Moggi fichó por el Inter donde se pudo ver su mejor versión. Ese Ibra omnipresente que dominó la liga italiana a su antojo. Su único lunar fue su fichaje por el Barcelona, donde su ego chocó con la filosofía de un Guardiola que jamás lo supo entender ni tratar. Su vuelta al Milán trajo el scudetto para los milanisti hasta que los problemas económicos del club hicieron que se enrolara como la máxima estrella del super proyecto del naciente PSG. Allí fue el máximo goleador y mejor jugador todas las temporadas que estuvo, con más de 30 años desde que llegó hizo que el tiempo no pasara por él y se convirtiera en leyenda del PSG.

Sus últimos años los repartió entre el Manchester United (al que hizo ganar la Europa League) hasta que sufrió su primera grave lesión de carrera. Marchó a la MLS a lo que parecía un retiro dorado hasta que se aburrió y decidió volver al fútbol de más alto nivel, asumiendo el reto de devolver la gloria al Milán tras muchos años de sequía. Y vaya si lo consiguió, hizo de nuevo al Milán campeón de liga, pero en verano otra grave lesión de rodilla le impidió prácticamente participar en esta última temporada. Lo que le ha llevado a poner punto y final a una carrera de ensueño en la que a parte de goles para el recuerdo nos ha dejado un batalla contra el tiempo digna de una leyenda incomprendida con un carácter único.

16. La leyenda

Esta noche por fin Los Angeles Lakers homenajearán a Pau Gasol retirando su camiseta con el número 16 a lo alto del Crypto.com Arena (antiguo Staples Center para los nostálgicos). Se trata del mayor homenaje posible a un jugador de baloncesto, y lo hace el equipo más laureado de la NBA (empatado a títulos con los Boston Celtics) con el mérito que eso tiene. Gasol, con su traspaso desde los Memphis (donde también hizo historia) cambió el devenir de la NBA. Su llegada a los Lakers convirtió a los californianos automáticamente en candidatos al título. Y en sus dos primeras temporadas y media con los de púrpura y oro consiguió tres Finales y dos anillos. Casi nada.

Fueron años donde dominó la liga, congenió a la perfección con el ya difunto Kobe Bryant (que también tiene su camiseta en lo alto del Crypto) y entendió a la perfección el juego desde el banquillo de Phil Jackson. Dominaron a su antojo en esos tres años, y en el cuarto con todo a favor comenzó la desintegración, el barrido sufrido ante Dallas Mavericks, el traspaso de Odom y el fin de un back to back para la historia con la victoria en el séptimo partido ante los Celtics como punto culmen.

Gasol es adorado en Los Angeles, no solo por su rendimiento en la cancha, su contribución y ayudas humanitarias siempre han sido marca de la casa y el apoyo y ayuda a la familia Bryant tras la fuenesta noticia del fallecimiento de Kobe y Gianna le ha convertido en mito allí. Hoy tiene su merecido homenaje, el año en el que salvo catástrofe entrará en el salón de la fama también, y en el partido ante los Memphis Grizzlies, el equipo que le dio su primera oportunidad, donde se convirtió en el primer europeo en ser rookie del año y donde comenzó a forjarse una leyenda que ya es historia del equipo más famoso del baloncesto mundial.

Salvajada histórica

Se confirmó por fin el récord de LeBron James como el máximo anotador histórico de la NBA. Hito histórico, que hace no mucho parecía algo inalcanzable, pero que ha sido pulverizado por un jugador de otra galaxia. A sus 38 años LeBron mantiene intacto su amor por el basket y sus ganas de superarse cada noche. Su rendimiento en esta, su 19 temporada en la NBA, es descomunal, como si no pasar el tiempo por él. El balance de sus Lakers es ya otra cosa. Ante los Thunder en su primera intentona batió el récord, con un Kareem en pista para cederle el testigo y felicitarle por una hazaña que habla de la dimensión de un jugador de otro planeta, que ha sido el único capaz de soportar esa comparativa con Jordan (aunque no le haya llegado a superar salvo en números totales acumulados).

Lo más importante de LeBron James es que ha sido capaz de evolucionar enormemente desde que llegó a la liga. De ser un finalizador de contraataques a ser un jugador total capaz de jugar en todas las posiciones y capaz de defender en todas las posiciones ( no hay que olvidar que fue ninguneado como mejor defensor en 2013). Ha tenido una consistencia increíble en todas sus temporadas en la liga, y pese a que sólo ha completado en dos ocasiones los 82 partidos de liga regular, las lesiones graves le han respetado mucho, algo muy importante para estos récords y para llegar con ese nivel de frescura a esta etapa de su carrera.

Una vez superado el récord, la vuelta a la realidad es dura, en un equipo diseñado para más, no está ni clasificado para el play in, algo que es un lunar y gordo de una temporada muy mala a nivel colectivo de nuevo. Pese a grandes actuaciones de James, no está siendo capaz de llevar a su equipo a puestos que den acceso a la lucha por el anillo en la postemporada. Es momento de que vuelva a ponerse la capa de superhéroe y hacer actuaciones estratosféricas que metan de nuevo a los Lakers entre los equipos que luchen por el anillo y por lo menos no terminar antes de tiempo una temporada que debería ser histórica para James pero que puede acabar en pesadilla.

Adiós O Rei

Ayer se nos fue el mítico Pelé, una figura que ha trascendido más allá de lo futbolístico. Un jugador al que pocos pudimos ver jugar, que debido a la época no salió de su Brasil natal para competir, y que no pudo optar al Balón de Oro, pero que dejó su sello participando en 4 mundiales ganando 3 de ellos (aunque en uno casi no participó por lesión). Nadie tiene tres mundiales en su palmarés como O Rei, un jugador al que todos los que compartieron época lo ponen por encima de todos, mitificando aún más si cabe su figura.

Lo que está claro es que Pelé fue un adelantado a su época, hizo cosa hasta entonces nunca vistas, y se convirtió en la primera superestrella mundial del fútbol, su fichajes por el New York Cosmos (tras problemas económicos) así lo atestigua, y llevó a Brasil a convertirse en la potencia futbolística que es a día de hoy. No se entiende el número 10 en la verdeamarela sin él. Nadie le puede discutir su grandeza, también él alimentaba su propia leyenda, hablando de sí mismo en tercera persona y contando los goles con dudosa veracidad (según sus cuentas marcó más de 1200 goles), pero oficialmente no se contabiliza esa cifra.

Pero fuera de los números lo que está claro es que Pelé ya marcó las diferencias desde que con 17 años se proclamó campeón del Mundo liderando a Brasil, lo ganó todo con el Santos y se mantuvo en lo alto durante toda su carrera. La FIFA en 1995 le reconoció con un Balón de Oro honorífico (hasta el año anterior no se daba a ningún jugador no europeo) y se reconoció que hubiera ganado hasta 7 balones de oro. Algo que sólo ha conseguido Leo Messi (que le ha destronado como mejor de la historia). Tras varias semanas en las que se temía lo peor nos ha dejado Edson pero Pelé se quedará para siempre, su legado será eterno y el cielo ya tiene a otra estrella.

G.O.A.T.

Si todavía quedaba algo abierto el debate sobre el mejor jugador de todos los tiempos (algo que ya estaba cerrado hace tiempo para mi gusto) ayer Lionel Andrés Messi se encargó de cerrarlo. Nadie en la historia ha sido tan dominante durante tanto tiempo y con una superioridad y regularidad pasmosa respecto al resto del mundo. Con el Mundial cierra el círculo a una carrera mayúscula, donde los últimos años quizás hayan sido más oscuros por las mala gestión del club en el que estaba, pero que no ensombrecen la carrera del mejor jugador que ha dado este deporte. Ha sido el mejor jugador ante una época ya de defensas especializados, de vídeos y estrategias al máximo para parar a un jugador en concreto, ante los sistemas individuales y colectivos hacia él, y los ha superado siendo siempre el máximo goleador y asistente de cada torneo en el que participaba. Nadie ha marcado más goles en un año natural en la historia del fútbol, nadie ha dado más asistencias en un año natural que él en la historia del fútbol. Ya dominaba desde que subió al primer equipo del Barcelona, hizo olvidar el declive del Barcelona de Rijkaard y junto a la mejor generación de la historia de la Masía dominaron durante los cuatro años de Guardiola al frente del equipo el panorama del fútbol mundial con el mejor fútbol jamás visto.

Este Mundial solo hace justicia para aquellos que intentan desmerecer los méritos de un jugador de época quedarse sin argumentos posibles. Ha dominado durante 17 años el fútbol. Nadie le ha superado en ningún registro, nadie ha entendido el juego como él lo ha hecho. Incluso ha mejorado año tras año, incorporando nuevos registros a los que ya traía de serie. Sin empezar como un especialista se ha convertido en el mejor lanzador de faltas del mundo, sin que fuera su especialidad se ha convertido en el mejor asistente de la historia. Y lo mejor de todo es que lo ha hecho siendo un ejemplo en todos los sentidos. Nunca ha tenido un mal gesto, una mala patada, una acción desmedida dentro de un terreno de juego, y esto cobra más mérito incluso en él, siendo el que más patadas ha recibido sin ninguna duda. No ha tenido unas declaraciones fuera de tono, no ha dado ninguna noticia por su vida extradeportiva y ha sido un ejemplo para los más jóvenes, esperando su momento sin alzar la voz y ganándose su sitio por méritos propios, hablando en el campo de fútbol sin malas caras ni desplantes.

Esto cierra un círculo mágico y una carrera para la historia imposible de repetir en la que ha conquistado todos los títulos posibles, ha batido todos los récords posibles, y sobre todo ha hecho disfrutar a cualquier amante del fútbol durante casi dos décadas con un jugador que parecía más de consola que de vida real. El mundo del fútbol le debía una tras perder (tras robo arbitral incluido) la final de Brasil allá por el lejano 2014, y 8 años después D10S ha cerrado el círculo para cerrar el debate, devolver a Argentina a los más grande, poner la tercera estrella en la camiseta y ser ahora ya sin ninguna duda el mejor jugador que ha dado este deporte. Un final de película para un jugador al que han maltratado propios y ajenos, que ha soportado las comparativas con un mito intocable como Maradona y que ha superado para ser la leyenda que ya era pero que desde ayer se sitúa sin dudas en lo más alto de listas, gráficos o comparativas posibles. Yo vi jugar a Leo Messi, lo diré siempre porque no sabemos lo afortunados que hemos sido.

Que no se vaya, que vuelva

Mucho se está hablando de la situación de Simeone. Cada vez son más las voces (casi siempre de otros bandos al colchonero) que piden la marcha del baluarte del Atlético los últimos 11 años. Su situación actual es complicada, con una plantilla con la que debe aspirar a competir (que no ganar) hasta el final el título liguero, y a pasar como primero de grupo en la Champions tras el sorteo. Pues bien, ni lo uno ni lo otro, a 6 puntos ya de Madrid y Barcelona tras 7 jornadas ligueras, y último de grupo en Champions (empatado con Oporto y Leverkusen a puntos) la situación ha de revertirse drásticamente. Para esto no sirve un parche como los últimos dos años (la liga de 14 o el reseteo tras el parón por Covid). Va camino de suceder de nuevo el colapso de un equipo que no encadena dos partidos consistentes ni sólidos, y así es muy difícil de competir.

La gente pide la destitución de Simeone alegando que su estilo y su sello no funcionan ya. Y estoy de acuerdo hasta cierto punto. No funcionan y no sirven, porque este no es el estilo de Simeone. Lo que se necesita recuperar es la esencia de lo que ha sido Simeone y que sólo se vio durante la primera vuelta de la 11ª liga del club (la segunda vuelta fue también para el olvido). Es garra, esa presión, esa lucha que ha caracterizado durante los primeros diez años de Simeone al frente y que ahora a desaparecido por pasotismo, entrar fríos a los partidos, tirar siempre por norma 45 minutos de los partidos. Eso no es Simeone, no es cholismo y no es lo que colocó al Atlético de Madrid en la Final de la Champions dos veces en tres años.

Lo que quieren de verdad los Atléticos no es que se vaya Simeone (lo mejor que le ha pasado al club en su vida), sino que «vuelva» el Cholo. Que vuelva a sus raíces, que se olvide de las innovaciones de cinco defensas, que vuelva a sus dos mediocentros puros, que recupere la solidez defensiva que ha convertido a Oblak en cinco veces Zamora y Courtois antes que él otras dos. Falta el acierto con dos centrales de garantías, el nivel de Savic ha bajado radicalmente desde su renovación y confiar en Giménez ya es una utopía tras su historial repetitivo de lesiones, que devuelvan la solidez y tranquilidad atrás que aporté en parte Reinildo con su llegada en invierno del año pasado. Partiendo de ahí y colocando a Witsel en el doble pivote podrá volver ese Atlético que era una tortura enfrentarse, que ganó tres años consecutivos en Liga en el Bernabéu (primer club en lograrlo) que se situó en el segundo puesto de resultados de la UEFA y que se entrometió sin miramientos entre el duopolio que habían formado el Madrid de Mourinho y el Barcelona de Guardiola. Por eso el sentir de la gente no es que se vaya el Cholo sino que vuelva de una vez.