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Votaciones inservibles

Este año el All Star de New Orleans va a ser de los más descafeinados y polémicos que se recuerdan. Los votantes no han hecho gala de buen criterio en las votaciones  se han cometido algunas injusticias mayúsculas que van a empañar sobremanera este enorme evento. Hasta tuvo que limitar la potestad de los votos del público al 50% debido a la oleada de votos a favor de Zaza Pachulia en tono de sorna hacia el pívot Georgiano.

Pero si hay algo que llama la atención es la exclusión del quinteto titular del Oeste de Russel WWestbrook, el jugador que está arrasando con todas las estadísticas, que promedia un triple doble por partido y que está batiendo todos los récords individuales no es de la partida inicial, que sí ocupa un Stephen Curry que está cuajando una campaña mucho más discreta que el californiano. Puedo entender que Curry cuente con más votos de favor del público pero dejar fueera del quinteto al jugador que lleva los dos últimos años siendo el MVP de ese partido de manera consecutiva (algo que no había conseguido nadie) me parece ridículoy resta sobremanera el espectáculo del encuentro.

Otro caso parecido auqnue menos sangrante que el de Westbrook es el de Isiah Thomas, el menudo base de 1’75 que está derribando todos los prejuicios de altura, está siendo el jugador más determinante de la conferencia Este, llevando a los Celtics a un tercer puesto muy meritorio y siendo el jugador más decisivo en el cuarto cuarto de toda la NBA. En su lugar irá un Kyrie Irving que tampoco está relizando una campaña digna de mención, al contrario que Thomas, pero bueno los aficionados han votado y han dejado sin parte del espectáculo y de la recompensa que realmente merecen estos dos jugadorazos a los que realmente sí nos tomamos en serio este partido y le damos valor de verdad, una lástima las votaciones de este año, ya que hay que recordar que ser All Star hasta hace bien poco era muy meritorio.

Curiosas Finales del 1975

Los Warriors ahora mismo son el equipo más dominante de la NBA. Ya el año pasado batieron el record de victorias en regular season, cuentan con el actual MVP Curry y este año han sumado a demás al mejor agente libre del mercado, Kevin Durant. Pero no siempre fueron buenos tiempos para los de la bahía de San Francisco, hasta el anillo de 2015 sólo habían ganado otro, el de 1975 y en una de las más curiosas circunstancias posibles.

Los Warriors de 1975 no eran ni por asomo el equipo favorito al título, es más, los expertos sólo contaban con que llegarían a postemporada. Pero poco a poco fueron eliminando (con mucho sufrimiento y una pizca de suerte todo hay que decirlo) a todos sus oponentes hasta presentarse en las finales frente a los Washington Bullets de Elvin Hayes y Wes Unseld. Eran tan pocas las expectativas de que el equipo llegara a la Final, que su pabellón para aquellas fechas ya había sido reservado para otro evento, que coincidía con el cuarto partido de las Finales. Por lo que el comisionado de la NBA propuso a los Bullets cambiar el formato de la serie de un 2-2-1-1-1 a un novedoso 1-3-2-1-1, empezando los Bulets la serie fuera pero teniendo luego tres partidos consecutivos como locales, algo que el técnico capitalino K.C Jones se negó quizás por superstición, dejando finalmente el formato de la serie en 1-2-2-1-1.

La serie por tanto comenzaría en la capital americana, y los Warriors con Rick Barry a la cabeza remontaron 14 puntos de desventaja pra llevarse el primer envite de la serie. Con esto ahora la serie viajaba a San Francisco, y lo que pocos saben es que teniendo su estadio libre la plantilla decidió jugar los dos envites en el viejo Cow Palace, un estadio obsoleto pero que los jugadores locales le tenían gran cariño ya que afirmaban que sus aros eran muy agradecidos con ellos. Fantasía o realidad lo cierto es que los warriors se llevaron los dos partidos y barrieron en el cuarto a los Bullets. Nunca se sabrá que hubiese pasado de haberse jugado la Final con el formato original, pero lo ceirto es que los Warriors dieron una de las mayores sorpresas de la historia de la NBA.

Correctivo Warrior

Paliza seria la de anoche por parte de los Warriors a los Cavs. En el día de Martin Luther King los de la bahía hicieron una primera mitad prácticamente perfecta que finiquitó un partido que tuvo muy poca historia. La gira larga por el Oeste se les está atragantando a los Cavs y el de ayer fue un tropiezo más en el camino. No es de gravedad, perder frente a los Warriors en el Oracle era previsible, pero no de la manera que lo hicieron, desdibujados y con poca capacidad de reacción.

Ya no se van a volver a encontrar salvo que ambos equipos lleguen a la Final de la NBA, cosa que parece lo más probable, y las conclusiones que se puedan sacar de este partido para nada servirían en esas hipotéticas finales, pero los Warriors llegaban con sed de venganza tras su derrota en Cleveland en navidad y querían mandar un mensaje a la liga, y vaya si lo han conseguido. Entre Durant, Curry y Thomson en ataque y Green (del que ya su estilo sucio empieza a rayar lo antideportivo) en defensa se merendaron a los actuales campeones y principales rivales a batir.

Los Cavaliers saben que queda mucho trabajo por hacer todavía, la llegada de Korver que todavía no ha acabado de apdaptarse debe notarse, y sabemos que Lebron suele acabar la campaña y llegar a los playoffs como un avión, por lo que es normal que no esté en su versión más monstruosa, está controlando los tempos de la temporada y pasados los playoffs llegará su mejor versión, esa que fue capaz de levantar un 3-1 en contra ante los Warriors y dar el primer título de la historia a los Cavs. Bonitos duelos nos esperan en caso de que ambos lleguen a las Finales.

Westbrook a lo suyo

Victoria de Oklahoma con triple doble de Russel Westbrook. Nos hemos acostumbrado a escuchar este titular a lo largo de esta campaña hasta en 18 ocasiones, ¡18 ocasiones!, y no le estamos dando el mérito absoluto que tiene esta hazaña por el base californiano. En tan sólo cuarenta partidos ya ha alcanzado la cifra que está establecida como récord de campaña en una temporada, quedándole todavía cuarenta y dos partidos para seguir haciendo historia y culminar una campaña de leyenda.

Pero lo mejor de estos datos es que tras la salida en verano de Kevin Durant el bueno de Westbrook mantiene a los Thunder con balance positivo y dentro de los playoffs olgadamente, algo que no es nada fácil cuando sus detractores le acusan de ir a engordar estadísticas noche tras noche. Nada más allá de la realidad, las cifras de otro planeta de Westbrook cada noche son indispensables para que su equipo, (que sin él en sus filas estaría en el vagón de cola de su conferencia sin ninguna duda), gane más del 50% de sus partidos.

Es tan bestial su dominio en la cancha que a finales de diciembre sus medias de temporada eran de triple doble, algo que sólo un hombre ha conseguido mantener a lo largo de una campaña en la NBA, y fue Oscar Robertson que lo logró una única temporada. Russel va directo a por el MVP, con su ex compañero Harden como máximo rival, pero con la motivación de ver a su ex amigo Durant con la camiseta de los Warriors cada noche como fin para destrozar estadísticas y marcas noche tras noche. Durant ha enfadado al base equivocado sin ninguna duda y Westbrook lo está haciendo notar.

Boston debe apostar por Hayward

Los Boston Celtics están siendo una de las sorpresas más gratas de esta temporada, su juego de equipo, su solidaridad y sobre todo la figura del menudo Isiah Thomas (recordemos que mide 1’75) les hacen ser el tercer equipo del Este y sin nada que perder, lo que les hace muy peligrosos. Gran parte de este mérito es de su entrenador Brad Stevens, que ha llevado a este equipo joven y sin una super estrella a ser un rival más que incómodo para cualquier contrincante.
Entrar ahora mismo en el juego y la dinámica Celtic no es para nada fácil, hay que tener características concretas, y quizás el que mejor las cumple de la NBA es Gordon Hayward, el alero de los Jazz cumple todos los requisitos de la filosofía de los de Boston además de un dato esencial. Ya estuvo entrenado por Stevens en Buttler y ambos llevaron a la pequeña universidad a la Final de la NCAA dos años consecutivos, por lo que se conocen a la perfección y estarían encantados de volver a juntarse.
Y lo bueno es que Hayward es agente libre este verano y los Celtics tienen masa salarial libre suficiente para acometer su contratación sin problemas. Sería un fuerte golpe sobre la mesa y un fichaje que les haría dar un buen salto cualitativo a la plantilla y al equipo además de hacer crecer a un jugador que está muy infravalorado en un mercado tan pequeño como el de Salt Lake City. De momento Hayward va a concluir la campaña con los Jazz en principio a menos que éstos busquen un traspaso antes de quedarse sin su estrella sin nada a cambio. Podemos estar ante el principio de un reencuentro que promete dar muchas alegrías a los Celtics de producirse.

Rondo se queda sin tren

Rajon Rondo, hace no mucho era el mejor base puro de la NBA, era la estrella indiscutible de unos Celtics en los que estaban Pierce, Garnett o Allen. Él era el futuro de la franquicia de Masachussetts, donde todo el mundo le idolatraba y adoraban su filosofía de trabajo duro y esfuerzo. El equipo se desmanteló (Danny Ainge buscó una reconstrucción rápida que no salió), pero el 9 Celtic seguía dando el mejor nivel y siendo el máximo asistente del campeonato y haciendo de los Celtics un equipo competitivo.

Pero llegó su grave lesión del ligamento cruzado de la rodilla y todo se vino abajo para Rondo. Tras perderse la temporada volvió a vestirse de corto para al poco tiempo cambiar de aires a unos Mavericks que intentaban su enésimo proyecto ganador. Pero no resultó, parece que el amor de Rondo por el basket y en especial por defender (reconoció que en su última temporada en Boston ni se esforzó en defender) había muerto y sus problemas con Rick Carlisle le hicieron que fuera apartado del equipo texano.

Como era agente libre salió al mercado, pero los equipos no confiaban en un jugador que pese a su juventud parecía pasado de vuelta ya, y sólo apostaron por él los Sacramento Kings (el equipo más inestable de la NBA desde hace años) y le firmaron por un año. El proyecto no salió bien y juntar el carácter de Rondo con el de Cousins sólo hizo crear mal ambiente en la plantilla californiana. Pero tras otro verano los Chicago Bulls quisieron darle las riendas tras la venta de Rose, pero tras un inicio de campeonato decente, Rondo ha vuelto a su irregularidad e individualismo, provocando que en la franquicia del viento ya estén intentando traspasarlo. Parece que la carrera en la élite de Rondo ha muerto definitivamente, una pena cuando hace escaso tiempo era el mejor base de todo el campeonato.

Las pistolas de Arenas

Gilbert Arenas nunca fue un jugador «normal», era un jugador maniático con trastorno de sueño que en más de una ocasión los guardas de seguridad del Verizon Center le encontraron practicando tiro a las tres de la mañana debido a que no podí dormir. Pero la historia que aquí se narra raya ya lo obsceno. Todo comenzó en un vuelo de vuelta a Washington cuando Javalee McGee y Javaris Crittenton jugaban a un juego de cartas denominado «Boo-ray». En una mano Crittenton perdió la friolera cantidad de 1100 dólares, que Crittenton no estaba dispuesto a pagar. Por lo que comenzó una discusión en la que Arenas entre risas todavía comentó al rookie: «yo con tu contrato no apostaría esas cantidades; lo necesitas para poder comprarte algo de ropa» a lo que el rookie contestó: «quieres que te dispare en la única rodilla buena que te queda, cabrón?».

Esto pareció quedar en una simple discusión de equipo sin importancia, no pareció haber más roce entre los jugadores de los Wizards hasta que en un partido frente a los Bobcats una jugada en principio intrascendente encendió a Arenas. Crittenton robó el balón y se dirigía hacia la cancha contraria con Arenas al lado, que le pidió el balón para la bandeja pero Crittenton, ignorando a Arenas, no le pasó y finalizó el la jugada. Arenas vio esto como una falta de respeto y como una burla del rookie hacia él delante de «su» público por lo que en cuanto se llegó al descanso del partido se desató la tormenta.

Lo que ocurrió en el vestuario nunca ha terminado de quedar del todo claro pero la versión oficial es que Arenas increpó al rookie y este le replicó a lo que el 0 de los Wizards sacó dos pistolas de la taquilla y apuntó a la cabeza de su compañero y le dijo: «ahora que? ahora quieres que apriete, novato?», pero Crittenton ni corto ni perezoso abrió su taquilla sacó otra arma y contestó: «vale abuelo, ahora hablemos. Yo no soy tu putita!». Se vivió uno de los momentos de mayor tensión en unos vestuarios NBA y los dos jugadores fueron suspendidos lo que quedaba de temporada de empleo y sueldo y inhabilitados hasta que el juicio hacia ellos que había pendiente se resolviese.

Tras esto Arenas firmó por Orlando donde sí hizo buenas migas con Dwight Howard, mientras que Crittenton siguió en su estilo y poco tiempo después de la suspensión fue acusado de asesinar a una niña de 19 años que paseaba a su perro con dos disparos. El jugador alegó que le habían robado el coche y que sabía que el ladrón solía pasear por esa zona y a esa hora, confundiendo a la niña con el ladrón (casi nada).

Brad Stevens se gradúa

Los Boston Celtics ya están terceros en la Conferencia Este gracias a un bloque competitivo donde no destaca ninguna súper estrella, quizás el único que se pueda considerar estrella en el equipo sea Thomas, pero en el que todos saben muy bien su papel y qué hacer en cada momento. Y todo ello es gracias a Brad Stevens, un entrenador jóven que en su ya tercera temporada al frente de los orgullosos verdes los está llevando a lo alto de su conferencia y haciendo gala de los valores que han hecho grandes a los Celtics, competitivos, aguerridos y siempre incómodos.

Cierto es que la Conferencia Este es mucho menos competitiva, que es más fácil estar ahí arriba, pero con la plantilla de la que dispone Stevens está haciendo maravillas, demostrando porqué confiaron en él cuando era entrenador de la Universidad de Butler, a la que llevó a dos finales consecutivas sorprendiendo a todo el país. Sus balances desde que llegó además no han hecho más que mejorar año a año, siempre sacando el máximo rendimiento de una plantilla que no es ni de cerca de las mejores de la NBA.

Se sobrepuso al traspaso de Rondo, y ha estado moldeando a un grupo de jóvenes (Sullinger, Smart, …)que han ido respondiendo poco a poco a las exigencias de un Stevens que se ha convertido por méritos propios en el mejor entrenador jóven de la NBA actualmente. Y en las últimas semanas se ha hablado mucho de rumores para reforzar la zona, quizás la zona más frágil del equipo, y teniendo en cuenta el espacio de masa salarial libre de los de Massachusetts pueden optar a algún premio gordo durante la temporada o esperar y apostar fuerte en el mercado de verano. Se avecinan buenos tiempos para Boston y todo gracias a un nombre Brad Stevens.

Harden se dimensiona

La posición que siempre le ha fallado en los últimos años para dar el salto cualitativo a los Houston Rockets era la de base, lo intentaron con Lin, y más tarde fracasaron al intentar reconducir la carrera de Lawson, y resulta que el año que han desmantelado todo el proyecto que tenían dejando marchar a Howard a Atlanta, han encontrado a su mejor base en años, James Harden.

La barba está haciendo un inicio de campaña descomunal, ya acumula más de seis partidos con catorce o más asistencias (más del doble de toda la liga junta), sin bajar sus registros anotadores estratosféricos. La nueva versión de Harden es un jugador mucho más implicado en la creación, y con una visión del juego que no se había visto hasta ahora, justo cuando se había dado por perdida esa posición en el equipo de Texas.

Los Rockets ya no son ese proyecto dominador del oeste que eran hace un par de temporadas, la carrera de Howard allí fue más que decepcionante, y eso ha provocado un paso atrás en una plantilla que no hace mucho se codeaba contra los Warriors en las finales de conferencia Oeste. Harden que el año pasado había bajado un poco su rendimiento, se ha reconvertido en un base anotador pero sobre todo pasador, que se ha colocado en lo más alto de la lista de asistencias por noche de la temporada. La defensa sigue siendo su gran agujero negro, pero esta nueva dimensión de Harden lo convierte en un arma ofensiva imparable.

Ibaka se venga

Este verano ha sido muy movidito en Oklahoma, la marcha de Durant provocó una pequeña reconstrucción en el roster que acabó con el hispano-congoleño Serge Ibaka en Orlando. La franquicia había apostado varios años antes por el ala pívot cuando tuvieron que elegir la renovación por la restricción salarial entre él o James Harden y parece que no acabó de convencerles, y el agresivo esquema de Donovan de jugar con los dos cincos del equipo a la vez (Kanter y Adams) y que tan buen resultado le dio en los playoffs pasados, dejaba sin hueco al 9 Thunder.
Y llegó el partido de ayer, el primero de Ibaka ante sus ex y el que fuera su público durante nueve campañas, y no desaprovechó la ocasión para demostrarles al jugador que dejaron escapar. Dejó lo mejor de su antiguo repertorio (aportó cuatro tapones) y tuvo un 2/2 en triples para un 11/17 en tiros de campo, dejando claro su evolución desde que aterrizara en la NBA en este aspecto. Pero no contento con esto cerró el partido con una canasta ganadora sobre la bocina que escoció y mucho a los de Oklahoma.
Es cierto que los últimos años de Ibaka en Oklahoma fueron muy pobres, con lesiones que impedían su participación en momentos clave de la temporada, dejando muchas veces a su equipo huérfano en la zona. Su traspaso se entendió debido a que a cambio recibían a un joven Oladipo que se amolda a la perfección a la posición de escolta para ayudar en el peso ofensivo a un Westbrook que se encontraba huérfano en el frontcourt del equipo. Quizás su etapa en Oklahoma se hubiese acabado y el cambio fuese necesario, pero Ibaka quiso dejar claro que si pensaron que ya no podía aportar en el equipo se equivocaron.