El Real Madrid disputa esta noche un partido trascendental en su rumbo después de dos empates consecutivos que dejaron al equipo con mal sabor de boca. El equipo cuando está concentrado y enchufado es temible pero las desconexiones que padece sobre todo al comienzo de los partidos hacen que sea un equipo imprevisible y no acabe de mostrar su mejor versión.
Tras dos empates consecutivos en liga que han apretado el campeonato y con sensaciones contradictorias afrontan esta noche el partido ante un Borussia Drtomund que ha empezado la temporada como un tiro, sobre todo de cara a la portería, y eso que este verano han tenido las bajas de Ghundoghan y Hummels, más la baja por lesión de un Reus al que su tobillo está martirizando las tres últimas temporadas. Pero los fichajes veraniegos, en especial Dembélé, unidos al buen estado de forma de nuevo de Aubameyang hacen que el partido de hoy sea una prueba de carácter para el Madrid.
El Signal Iduna Park aprieta mucho, es de los campos más ruidosos y no es un campo propicio para el Madrid donde sólo ha ganado una vez, y el Dortmund es un equipo que siempre ha puesto en problemas a los blancos. Pero la Champions es la competición fetiche del Madrid y no hay mejor escenario para despejar las dudas que han asaltado al equipo tras dos inesperados tropiezos. Las críticas hacia la actitud de Cristiano tras su cambio en las Palmas hacen además que el máximo goleador histórico de la competición esté con ganas de resarcirse, lo que le hace aún más peligroso si cabe. Huele a partidazo esta noche entre dos clásicos de la competición.