Simeone es un entrenador pasional, enérgico y que antepone ganar a todo. Pero eso no es excusa para lo ocurrido ayer, cuando en la última jugada de la primera parte ordenó claramente a un recogepelotas lanzar un balón al campo para evitar una compra del Málaga. Una acción que nos devuelve esa cara b del argentino, esa que tan poco gusta, y que generalmente usan los equipos pequeños y los perdedores, algo que el Cholo ha demostrado que no es.
Se rumorea que la sanción podría ser de tres partidos de sanción, una sanción quizás excesiva, pero me parecería correcta como modelo de advertencia para todos, ya que este tipo de acciones se suelen poner de moda y estropean el espectáculo. Simeone es más grande que todo esto y no debería rebajarse a hacer este tipo de acciones, más aún cuando ha devuelto al Atlético a lo más alto de la élite de europa.