Del partido de ayer sólo se puede sacar una conclusión, y es que el Madrid se lo tomó más en serio. El ambiente tras su victoria era enrarecido con el homenaje a Cruyff flotando en el ambiente y con todos los presidentes culés vivos en la grada viéndolo. Pero la realidad es distinta y es que el Barcelona es consciente del difícil partido que tiene este martes en Champions y sabedor de su posición en la liga (antes del partido le sacaba diez puntos al Madrid) se dejó llevar un poco, y más tras ponerse por delante. Pero con lo que no contaba es con la reacción de orgullo del Madrid que le llevó a dar la vuelta al partido.
Además casualidad o no la reacción de Madrid vino tras quitar a Rakitic del once por Arda. No es la primera vez que hace este cambio y nunca le ha salio bien. El turco no acaba de acoplarse a un equipo al que parece muy complicado entrar tras tener un once tipo tan definido. El desplome físico de los culés es algo que si se explica desde el punto de vista de partidos de selecciones es entendible, pero sino se debe a eso estamos ante una situación de alerta máxima en can barça. Aún esta el Barcelona en disposición de hacer historia al poder hacer dos tripletes seguidos, pero en el fondo a todos los culés les habrá dolido esta más que inesperada derrota.