El precio de encerrar estrellas

Tras el derbi del norte de Londres de este domingo con victoria aplastante por parte del Arsenal, se pudo sacar una conclusión que más de un mandatario debería de tener en cuenta, y es que retener a una estrella a disgusto en tu equipo no es el mejor de los caminos. Se vio claramente con Harry Kane, tras su frustrado fichaje por el Manchester City, ha empezado la temporada siendo una sombra de sí mismo. Ni un solo gol en su casillero, sin participar prácticamente de la buena racha de tres victorias con las que comenzó el equipo la Premier League, e igual de discreto en las tres derrotas consecutivas en sendos derbis de Londres, ante Chelsea, Crystal Palace y Arsenal. Un bagaje muy preocupante para un equipo que siempre se ha caracterizado por no agitar mucho el mercado e intentar retener a sus estrellas a toda costa.

Pero esta vez, el dueño Levy se ha impuesto y no ha cedido a las ofertas provenientes del Etihad Stadium, y el resultado es un jugador fantasma, con el cuerpo en el campo per la mente ausente, que anímicamente se le ve en la cara que no está para competir ahora mismo y que se va a devaluar de manera dramática durante esta temporada, a menos que cambie mucho la cosa. Es una lástima, pero el Tottenham está en su pleno derecho de no querer vender a un jugador que firmó un contrato largo con el club de sus amores, del que es canterano, y del que tras muchos años sin ganar absolutamente nada (aunque disputó una final de la Champions) se ha cansado y quiere engrosar su palmarés. Pero Levy le ha cerrado la puerta y su rendimiento es más que probable que se resienta, hay jugadores que tienen que salir en el momento adecuado o sino ya es demasiado tarde.

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