El pasado fin de semana comenzó la Premier League, una de las más apasionantes de los últimos años por la vuelta a la super élite competitiva de equipos como Chelsea y United, los refuerzos del City, y el proyecto ya con pretemporada de Klopp en el Liverpool. Por plantilla es más que probable que los reds no aguanten en la cabeza, pero su victoria por tres a cuatro en campo del Arsenal, con actuación soberbia del jugador con más talento de toda la Premier, invitan al optimismo. Coutinho realizó una actuación descomunal, el media punta brasileño siempre ha sido una de mis debilidades y él solito finiquitó a un Arsenal que otro año más (este año antes de lo previsto) decepciona.
El partido fue vibrante con un Liverpool con un estilo más novedoso que el que puso en práctica el año pasado con Coutinho , Firmino por y Mané como puntas para salir como flechas y hacer daño con una presión alta al rival y una movilidad constante en ataque. Aun así comenzó perdiendo el partido tras el gol de Walcott (que previamente había fallado un penalti), pero se sobrepuso gracias a una obra de arte en forma de falta lazada por Coutinho que ponía las tablas en el descuento de la primera parte (se está especializando además en goles psicológicos en estos minutos). Y ya el comienzo de la segunda parte fue un vendaval de fútbol total por parte de los de Klopp en los que Lallana, Coutinho de nuevo y Mané pusieron en clara ventaja a los del Mersey.
Pero tras la lesión de Coutinho (esperemos que no sea para mucho tiempo ya que se trata del mejor jugador de la Premier) el Arsenal se estiró un poco y ,unido a la otro año más pobre defensa del Liverpool, pudo acercarse hasta el tres cuatro final que no fue más que un espejismo de un equipo que otro año más no parece preparado para el asalto a una Premier que promete estar más cara que nunca. Y el Liverpool si mejora defensivamente y Coutinho se aleja de lesiones e irregularidades estará peleando por puestos Champions y quien sabe si por algo más.