El día de hoy no es un día cualquiera para Messi, sabe que está ante la oportunidad de ganar su primer título con su selección en categoría absoluta y nada más y nada menos que en la edición centenario de la Copa América. Tras dos veranos consecutivos de grandes decepciones tras perder la final del Mundial y de la Copa América, el destino le ha brindado la posibilidad de vengarse de la derrota del año pasado ante Chile. Ya lo ha declarado el de Rosario que este partido hay que ganarlo si o si en unas declaraciones llenas de intenciones. Argentina además llega bien a la final con la única duda de un Di María que arrastra molestias y es posible que finalmente no llegue para ser de la partida.
Otro condicionante para Messi es que de ganar este torneo siendo si lo gana el mejor jugador del mismo y máximo goleador, volvería a situarse primero en las quinielas por el balón de oro, ese que Cristiano le había adelantado tras conquista la Champions pero que su floja Eurocopa está haciendo que Messi le empiece a ganar mucho terreno. Sería su sexto en total y segundo consecutivo y cerraría un año extraño en lo individual, ya que tras su lesión que lo apartó dos meses de los terrenos volvió para conquistar el mundialito de clubes y ganar la liga y copa, pero la derrota en cuartos de la Champions ante el Atlético dejó un sabor amargo a un equipo que quería reeditar el espectacular triplete de la temporada pasada. Esta noche por poner además el morbo, tendrá en frente de la portería a su compañero y amigo Claudio Bravo que tratará de que Messi tenga otra noche negra con la albiceleste.