El que parecía por fin el año de asentamiento de Martin Odegaard en el Real Madrid parece que va camino de convertirse en la enésima cesión de un jugador que ha demostrado tener calidad de sobra como jugador, pero no madera de estrella, sobre todo mentalmente, donde parece más frágil de lo debido, y eso en un club como el Real Madrid es imperdonable ya que no espera a nadie, sólo los mejores juegan y la competencia es brutal, y eso el noruego parece que es incapaz de aguantarlo. Y este año ya no hay excusas, Ancelotti cuenta con él, le gustaría tenerle en el equipo, pero él o no se adapta al club o no se ve capaz de competir por el puesto y convivir con la presión. El Arsenal que acabó muy contento con su cesión del año pasado ya ha iniciado contactos con el Real Madrid para tratar de tenerlo otro año más e incluso de comprarlo en propiedad si el club blanco está dispuesto, y tras la filosofía que ha llevado este verano Florentino tampoco se puede descartar esto último.
Este problema ya ha sido recurrente con Odegaard en el Madrid, ya desde su mediático fichaje cuando tan sólo tenía 16 años, sus cesiones en Holanda, su explosión en la Real Sociedad y su asentamiento en le Arsenal han tenido un denominador común, salida del Madrid por no estar preparado ara luchar por el puesto. Si este año definitivamente decide salir del club yo ya no le esperaría más e intentaría sacar una buena cantidad por él ahora que todavía tiene mercado ya que no me parece un jugador preparado para soportar el puesto de centrocampista del Real Madrid. Su marcha en invierno pasado con el consentimiento de Zidane, con Modric y Kroos ya sobrecargados de minutos dejó claro que el jugador no está para jugar o quizás algo pero, su actitud no es la mejor para ganarse el puesto lo que sería aún más preocupante.