El Leicester ha emitido esta tarde un comunicado muy doloroso para el club, para la afición y para el fútbol en general. Claudio Ranieri, el entrenador que hizo de lo imposible posible el año pasado ha sido destituido como entrenador jefe del conjunto inglés, y será su ayudante el que tome las riendas del equipo para intentar enderezar esta delicada situación.
El técnico que deja al equipo a un punto del descenso en la Premier League, con una derrota en la ida de cuartos de final ante el Sevilla (dónde debió sacar peor resultado del que obtuvo) y recientemente eliminado de la Capital One ante un rival de third division (el equivalente a un segunda b en España). Tras una temporada de ensueño era obvio que el equipo difícilmente repetiría una campaña así, pero al bajón ha sido pronunciado y los dirigentes se han decidido a tomar medidas en este momento crucial de la temporada.
El nombre de Ranieri siempre irá ligado ya a los foxes, la hazaña del año pasado es algo que quedará para la historia pero lo cierto es que el matrimonio ha terminado mucho antes de lo que nadie se esperaba y quizás no de la mejor manera. Veremos si esto sirve para espabilar a un equipo que salvo Kanté cuenta en sus filas con todos los héroes que el año pasado pusieron a todo el campeonato inglés a sus pies, y que este año vuelven a luchar por no descender a los infiernos.