Estaba claro que la andadura de Unay Emery en el PSG no iba a ser buena, se trataba de un equipo demasiado grande para el técnico vasco, más acostumbrado a equipos más modestos donde puede desplegar todas sus excentricidades sin problemas. Pero lo que se ha encontrado en el PSG es a varias super estrellas que no casan con sus métodos y que poco a poco se van revelando mientras el PSG no cosecha los resultados deseados, ya que va tercero en la floja League 1, y en su grupo de Champions va empatado con el Arsenal en cabeza.
Primero tuvo problemas con el fichaje estrella del verano, el díscolo Ben Arfa, cal que ha tenido varias jornadas apartado del equipo por no casar con sus métodos, el siguiente fue un Jesé que parece ya más centrado en su grupo de música que en ser un buen futbolista, y ahora es con Di María y con Verrati con los que el conflicto ha estallado tras el empate ante el Marsella a cero el pasado fin de semana. Fueron sustituidos por Emery y se les vio visiblemente enfadados con el técnico, especialmente el italiano que preguntaba a los compañeros si lo había hecho mal para que le cambiaran.
Como aquí ya se aventuró cuando Emery fichó por el PSG, le viene el equipo grande y realmente no ha aportado nada nuevo a un equipo que parece que hasta que no apueste fuerte por un técnico de verdad y experimentado (sólo han contado con Ancelotti en ese aspecto) no van a dar ese salto cualitativo que quieren dar en Europa para poder asomarse por primera vez en su historia a las semifinales y quién sabe si a la final de la Champions. Pero con entrenadores de este tipo no parece que vaya a llegar en un corto plazo de tiempo esos buenos tiempos.