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Laimbeer el duro

Si en NBA se habla de el equipo más duro y rocoso que ha habido, a todo el mundo se le viene a la cabeza los Bad Boys de Detroit de los 80. Y a la cabeza de ese estilo duro, marrullero, pero muy efectivo (ganaron dos anillos consecutivos en la época de Jordan), estaba Bill Laimbeer, un ala pívot que representaba todo lo intangible del baloncesto como no la había hecho nadie y que más tarde continuarían Dennis Rodman, Bruce Bowen y ahora Draymond Green.

Laimbeer parecía por cómo jugaba que provenía de un barrio y una familia humilde, pero nada más lejos de la realidad, venía de una familia de bien en Chicago, pero su carácter competitivo le hizo ser un auténtico ganador, además de convertirse en el jugador más odiado de su época por todas las hinchadas salvo la de Michiggan. Y la verdad que se lo ganó con creces, sacaba los codos a pasear más de la cuenta, sacaba de quicio a sus oponentes con el famoso trash talking y ya a toda la grada rival con su gran anticipación para provocar infinidad de faltas en ataque (muchas de ellas fingidas de manera escandalosa).

Pero el camino de Laimbeer a la fama no fue para nada un camino de rosas. Tuvo que pasarse un año en Italia demostrando su valía antes de demostrar en la NBA lo bueno que era. Su primer equipo, los Cavaliers lo terminaron traspasando a los Pistons el año que legó un tal Isiah Thomas al equipo, y Laimbeer siempre profesó un odio eterno al equipo del estado de Ohio. Y siempre se enorgulleció de ser el artífice de la retirada de los Pistons a los vestuarios segundos de la derrota para no tener que felicitar a los Bulls. Como el reconoció después odiaba a Jordan, odiaba a Pippen y odiaba todo lo que Bulls representaban. Él era más de la vieja escuela un auténtico guerrero pero siempre combinando ese carácter con una gran técnica,sino nunca habría llegado hasta donde llegó. Un ganador que jugaba para ganar y que ganó.

Briscker el mercenario

El nombre de John Briscker no es uno de los más recordados o más famosos entre los aficionados al baloncesto, pero su historia es una de las más curiosas de la historia de la NBA. El jugador nacido en Detroit fue uno de lo más conflictivos jugadores que haya pasado por la ABA y la NBA. Tras destacar en su Detroit natal y formarse en la universidad de Ohio, donde ya comenzó a mostrar su fuerte carácter que siempre lastró su talento anotador (las continúas peleas con rivales y compañeros eran el pan de cada día hasta que en su último año fue expulsado del equipo), su fama de problemático le llevó a ser descartado por las franquicias de la NBA en el draft de 1969, que tendría como número uno a Lew Alcindor, teniendo que conformarse con la ABA.

Los Pittsburgh Pippers fueron los que apostaros por este alero que aunaba talento y conflictos a partes iguales. Ya en su primera temporada demostró su talento al promediar 21 puntos por partido, y podría haber sido considerado una estrella sino fuera por sus problemas extradeportivos, como lo de ir acompañado de una pistola en su mochila a cada entrenamiento o partido o amenazar a su entrenador con el arma si no lo ponía de titular en un partido. Ya en su segunda temporada un árbitro tuvo que retrasar el inicio de la segunda parte de un partido porque Briscker estaba peleándose con medio equipo suyo en el vestuario. Su situación comenzaba a ser insostenible ya cuando se negaba a salirse de la pista cuando su entrenador decidía cambiarlo, incluso en una ocasión, el entrenador rival tuvo que pedir tiempo muerto para que Jack McMachon, entrenador de los Pippers, pudiera retirarle de la pista. Brisker accedió y se marchó de la pista pero en lugar de sentarse en el banquillo cogió sus cosas y salió del pabellón.

Fue convocado para el All Star de la ABA en su segunda temporada, donde promediaba 29 puntos por partido, y allí dejó uno de los episodios más bochornosos jamás visto. A cada jugador le embolsaban 300 dolares por participar en este partido, por lo que al acabar el mismo Briscker subió como una exhalación a donde se encontraba el comisionado de la ABA, Jack Dolph, y ante la mirada de todo el pabellón zarandeó hasta que obtuvo de la cartera del comisionado los 300 dolares. Acto seguido se marchó del pabellón a fundirse el dinero en el nuevo vicio que le consumía, la cocaína. Todas estas actuaciones hicieron que su situación en la ABA fuera insostenible, y tras pasar por los Supersonics de la NBA donde se enfrentó hasta con Bill Russel, su entrenador, decidió poner fin a su etapa de jugador y marcharse como mercenario a Uganda a las órdenes del ejército de Idi Amin Dada.

El final de Briscker es incierto, hay varias teorías entre las que se encuentran las de que fue asesinado por el propio Dada tras rebelarse éste, la de que fue asesinado en el golpe de estado contra Dada, y la última en la que se dice que finalmente no fue a Uganda sino que fue a la Guayana donde compartió fatal destino con otras 918 persona en la masacre de Jonestown. Otros sin embargo creen que sigue vivo en algún páramo africano donde finalmente encontró la paz que no encontró nunca en EEUU.

Vuelven los Pistons

Corren buenos tiempos para los Detroit Pistons. Tras seis campañas fuera de los playoffs y alejados de ser competitivos, Stan Van Gundy asumió el mando en los despachos y en los banquillos para completar un equipo jóven pero muy sólido. Y no fue fácil, ya que a su llegada tomó la difícil decisión de cortar a Josh Smith, con precio de estrella pero rendimiento muy bajo y además se sobrepuso a la marcha este verano de Gregg Monroe . Para ello le ha dado máximos galones a un Andre Drummond que ha comenzado de manera espectacular la liga, tanto que ha conseguido que los Pistons estén invictos todavía.

Van Gundy además está sacando la mejor versión de un Reggie Jackson que tuvo que marcharse de Oklahoma ante la falta de minutos en su competencia con Russell Westbrook. Se ha visto a una versión más madura del base que además parece que se entiende a la perfección con Drummond haciendo del pick and roll su seña de identidad. Y falta la guinda del pastel cuando vuelva Brandon Jennings, que tiene dividida a la afición con si encajaría bien en este esquema o habría que buscar un traspaso y reforzar otras posiciones del equipo.

Está claro que el modelo a seguir por Van Gundy son los Orlando Magic de Dwight Howard a los que llevó a la final de la NBA contra los Lakers a base de jugar con cuatro tiradores muy abiertos y un interior dominante. De momento la jugada le está saliendo bien pero la temporada es larga y veremos la consistencia del equipo. Pero los aficionados del Palace de Auburn Hills pueden estar contentos con 12los tiempos que se avecinan para sus Pistons.

Análisis del Este en la NBA

Toca ahora analizar la costa Este, done este año todos irán a por los Cavs de LeBron, que han conseguido mantener a todo el núcleo que los llevó a las finales el año pasado, aunque algunos a un precio desorbitado como Tristan Thompson, y sus gran refuerzo será a vuelta de Varejao tras su larga lesión, quizás demasiado poco como para aspirar al anillo pero no para dominar la conferencia otro año más, aunque cualquier equipo que cuente con LeBron James en sus filas es aspirante al anillo por derecho, y más tras jugar las últimas seis finales de la NBA consecutivamente.

Los otros aspirantes al anillo de esta conferencia son los Chicago Bulls, que dependen demasiado de que Rose vuelva a su mejor nivel, aunque queda por ver como reaccionan tras la destitución de Thibodeu y se adaptan al nuevo entrenador que pretende acabar con el juego de los dos interiores y apostar por un cuatro abierto. Los Atanta Hawks están también en este grupo de aspirantes más por lo que hizo el año pasao que por aspiraciones reales ya que la pérdida de Demarre Carroll les puede hacer mucho daño a un equipo que necesitaba de su defensa como el comer. Y por último de este gruo están los Wizards que ya hicieron unos Playoffs para enmarcar decantándose por el small forward que tan buen rendimiento les dio y que tanto favorece al flamante máximo asistente de la liga pasada John Wall. Pero tenrán que trabajar en recomponer la posición de 3 tras la marcha de Pierce.

En las sorpresas está el equipo del que más espero esta temporada los Milwakee Bucks, con un entrenador que me tiene encandilado y un equipo tan extraño como difícil de batir, es el equipo más jóven de la liga y se ha reforzado y bien en lo que más flojeaba el año pasado, el juego interior, con Andre Drumond y este año aspiran a todo con un Jabari Parker totalmente recuperado de su lesión. Los Orlando son otro de los equipos que debería dar un paso adelante ya con un Oladipo que cada día crece más y que si pule el juego exterior con Elfrid Payton y Vucevic sigue en esa línea ascendente pueden dar muchas alegrías a los adicionados.

El equipo del que más dudas tengo son los Miami Heat, con un Wade en forma y un Bosh plenamente recuperado de sus problemas de pulmón, es un equipo bastante sólido y más con la explosión el año pasado de Whiteside y la llegada antes del cierre de Dragic. Pero todo eso es estando en un escenario perfecto, en cuanto algo de esto falle el equipo volverá a naufragar como el año pasado y no parece que el fichaje de Amare Stoudemire uea aportar demasiado al equipo. Y e otro equipo que está en una situación muy similar son los Indiana Pacers que tras desmantelar el equipo que forzó al séptimo partido de conferencia a los Miami de LeBron se encomiena a un Paul George que vuleve tras su escalofriante lesión con el combinado USA.

Por su parte los Knicks, Boston y Charlotte son equipos con potencial pero que se encuantran en tierra de nadie y si comienzan bien pueden aspirar a una de las ultimas plazas de los playoffs, aunque estén casi maás pensano en la agencia libre del verano que viene. Y los Detroit que tan bien les fue tras la marcha de Josh Smith pero se resintieron con la lesión de Jennings han visto como este verano han perdido a Drumond por lo que si Monroe da ese pao adelante que tanto se le achaca los de Michiggan seguirán siendo competitivos, aunque lejos de los equipos punteros todavía.

Punto y aparte los Brooklyn Nets con un proyecto sin pies ni cabeza que deambulará de manera penosa por la zona baja de la tabla pese a la fuerte inversión del magnate ruso que prometió el anillo para la franquicia y ya lleva dos años de retraso.