La derrota de ayer del Chelsea en casa ante el Crystal Palace puede animar un poco las última jornadas de la Premier si lo aprovechan bien sus perseguidores. El City, que ya se descartaba completamente tiene dos partidos que van a decidir su futuro inmediato en la competición y que tras el varapalo de la Champions pueden animar un poco a sus aficionados en otra decepcionante temporada.
Esta tarde recibe a un Arsenal cabizbajo y con un aroma a reconstrucción total en verano, las polémicas con las renovaciones de Alexis y Özil unidas a la finalización de contrato tras veinte años de Arsene Wenger, hacen que no sea el mejor rival para ompetir partidos ahora mismo. Eso debe aprovechar el City, que de ganar hoy se quedaría a nueve puntos del líder.
Pero no acaba ahí la cosa, el martes hay liga entre semana otra vez y el City recibe en el Emirates al Chelsea, pudiéndole asestar un golpe fuerte y animar así el tramo final de competición que parecía totalmente decidida para los londinenses. Sería una buena manera de dar esperanzas a los aficionados de cara a la temporada que viene ya que ésta primera con Guardiola al frente no han sufrido más que decepciones.