Se nos ha ido uno de los mejores interiores de la historia de la NBA. Moses Malone fue un pionero en el baloncesto siendo el primer jugador que pasó de jugar en el instituto a saltar a la ABA directamente y sin pasar por la universidad, y, tras la fusión de esta con la NBA dos años más tarde, forjó su leyenda.
Estamos hablando de un jugador que fue nombrado 2 veces MVP de la temporada con los Rockets y otro más con los Sixers, además de ser el MVP de las finales con los Sixers en el año 1983. Fue allí en Philadelphia y con Julius Erving donde ganó su campeonato y pronunció su ya famosa frase de Fo Fo Fo. Cuando al empezar los Playoffs esa temporada un periodista le preguntó si ganarían el anillo esa temporada el pívot le contesto de esa manera refiriéndose a Four (cuatro en inglés) indicando que iban a ganar todas las series cuatro a cero. Y no fue muy desencaminado ya que barrieron a todos sus contrincantes excepto a Milwaukee que fue el único equipo que consiguió ganarles un partido.
Genio y figura estamos ante un jugador dominante en su posición, miembro por derecho propio del Hall of Fame y en la selección de los 50 mejores jugadores de la historia de la NBA. Una leyenda que falleció este pasado domingo de un ataque al corazón mientras dormía. Nos deja el mítico 2 y ya tan solo podemos deleitarnos con su grandes movimientos al poste en repeticiones. DEP Moses.
Todavía recuerdo aquellos partidos en el Amway Center de Orlando con Andrés Montes gritando aquello de ¿por qué eres tan bueno McGrady? tras otra exhibición anotadora del alero. Estábamos ante un jugador descomunal, diría que imparable, y digo diría porque hubo algo que sí lo paró. Las malditas lesiones.
Tras saltar desde el instituto a los Toronto Raptors y ver cómo en su segundo año su primo Vince Carter le quitaba los minutos fue traspasado a los Magic donde se desató, ya en su primera campaña fue nombrado jugador más mejorado del año, y en su segunda ya fue máximo anotador de la NBA aspirando al MVP de la temporada (aunque según reconoció él mismo, mientras esté Tim Duncan me tendré que conformar con el segundo puesto). Estaba en el mejor momento de su carrera y se confirmó su traspaso a los Houston Rockets para unir sus fuerzas con Yao Ming y formar una dupla temible. Pero comenzó su calvario de lesiones de espalda que se hicieron crónicas retándole ese primer paso demoledor que tenía T-Mac. Aún así nos dejó exhibiciones como los 13 puntos en 53 segundos para ganar el partido a los Spurs, o liderar a los Rockets de las 22 victorias consecutivas sin Yao Ming, la segunda mejor marca de la historia de la NBA.
Ya hacía dos años que se había retirado pero daba sus últimos coletazos en China donde hace unos días le hicieron un homenaje de retirada, recordando sus mejores momentos su ya famoso mate a tablero en el All Star y dejando en el aire la duda de que habría pasado con este jugador si las lesiones le hubieran respetado. Ya tan sólo nos queda recordarle con una sonrisa y que siga retumbando en los oídos aquel mira a McGrady Daimiel si parece que está dormido.
donde se forjan los sueños